Fue todo a pedir de Quilmes. La anteúltima fecha de la fase regular de la Zona B de la Primera Nacional pareció digitada por el Cervecero: se dieron todos los resultados que le convenían al equipo conducido por Ariel Fuscaldo.
Victoria, sin mayores sobresaltos, frente a Atlanta por 1-0 como visitante. Consolidando de esta manera el rendimiento del equipo afuera del estadio Centenario (que en algún tramo del ciclo Sciacqua fue todo un karma).
De los últimos 11 partidos como visitante perdió solo uno, ganó y empató cinco. Unos números significativos en caso de tener que definir alguna instancia del Reducidio afuera de casa.
Desde lo numérico, los tres puntos lo clasificaron al Reducido y a la Copa Argentina 2024. pero además la derrota de Atlético de Rafaela frente a Mitre (1-2), le permitió a Quilmes desplazar a la Crema y alcanzar el cuarto puesto.
Este lugar lo asegurará con un triunfo ante Racing de Córdoba, al que recibirá el domingo a las 15 en el Centenario. Pero además lo obligará a Rafaela a ganarle a Chacarita, al que enfrentará como local el mismo día y horario. Cualquier otro resultado no podrá quitarle a Quilmes el cuarto lugar.
Además, el Funebrero no puede jugar nada liviano el próximo domingo. Necesita un triunfo para no depender de otro resultado en el partido entre Maipú-Independiente Rivadavia y así acceder a la final por el primer ascenso.
Se le escapó a Chacarita la victoria ante Estudiantes en el último minuto, que le hubiese dado la tranquilidad de aún no sumar en Rafaela y clasificarse para la final.
Todos los resultados fueron favorables para Quilmes e incluso el empate de Riestra 1-Ferro 1. De esta manera, Quilmes sea cuarto o bien quinto si Rafaela lo supera, mantiene la ventaja deportiva y de localía en el partido inicial del Reducido.
El dato saliente es que los planetas se alinearon y el viento de cola sopló para el Cervecero. Ahora depende de nosotros.
