A un año de la desaparición de Altamura, su madre ruega: «quiero saber dónde está mi hijo»

La desaparición del abogado sigue siendo un misterio a pesar de que hay un detenido en la causa. La familia de la víctima cree que hay más personas involucradas

«Quiero saber dónde está mi hijo». Ése el deseo de Norma Wambold, madre de Salvador Altamura, el abogado quilmeño que desapareció hace un año y que se sospecha fue asesinado, mientras aguarda la elevación a juicio de la causa que tiene un único detenido como acusado de homicidio.

Salvador Altamura (48) fue visto por última vez el 13 de julio del 2020 cuando salió a caminar junto a su amigo, Darío Rubén Dening (53), ahora detenido e imputado por el delito de «robo calificado» y «homicidio criminis causa», a pesar de que el cuerpo del abogado nunca fue hallado.

Fuentes judiciales dijeron a Télam que la causa está próxima a ser elevada a juicio por la fiscal Ximena Santoro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 7 de Quilmes, quien está a cargo de la investigación.

Por su parte, Wambold manifestó en diálogo con Télam que junto a su familia buscan «saber dónde está» Salvador, que siempre está «esperanzada en que aparezca como sea» y que cree que Dening «no actuó solo».

«Lo único que nos interesa es encontrar a mi hijo, que aparezca. Queremos saber dónde está nuestro hijo», reiteró la mujer.

Wambold apuntó directamente contra el único detenido que tiene la causa, a quien también conoce desde chico ya que era amigo de su hijo en la adolescencia. «Se conocen del barrio, han compartido la escuela y salidas en la adolescencia aunque tenían unos años de diferencia. Yo me resistía a creer que podría ser él porque era alguien que lo conoce de toda la vida y mi hijo fue generoso con él», recordó.

La mujer describió a Dening como «una persona narcisista» y sostuvo que cree que no actuó solo para hacer desaparecer a su hijo: «yo creo que está protegiendo a alguien de su círculo íntimo, fue algo muy bien planeado».

«Creo que hizo eso por dinero. De chico estaba en una buena posición económica y después la empresa familiar quebró. Le tenía mucha envidia (a Altamura) porque tenía mucha visión de los negocios, además era muy amiguero y familiero y esta persona (por Dening) no tenía a nadie», expresó.

La causa por la desaparición del abogado comenzó a ser investigada por el fiscal Ariel Rivas, de la UFI Nº 1 de Quilmes, pero luego pasó a manos de Santoro, quien ordenó en el último tiempo una serie rastrillajes y allanamientos importantes para la investigación.

«El trabajo de la fiscal ha sido impecable. Siempre fue muy atenta y dispuesta hacia nosotros. Desde que tomó la causa la fiscal Santoro hubo un cambio fundamental en la investigación», resaltó.

Compartir