Argentina se ha posicionado como el país con el salario promedio más bajo de la región, con un ingreso mensual de 717 dólares MEP. Esta cifra, que refleja la realidad económica de millones de trabajadores, es consecuencia directa de la fuerte devaluación de la moneda que se produjo en diciembre pasado, tras la asunción del gobierno de Javier Milei. Esta devaluación ha generado una significativa transferencia de ingresos desde la clase trabajadora hacia otros sectores, profundizando las desigualdades en e.
El impacto de esta devaluación no solo ha afectado los salarios en términos generales, sino que también ha tenido consecuencias en la brecha salarial de género. A pesar de la severidad de la crisis económica, un informe privado reveló que la brecha salarial por género en Argentina ha sido una de las más bajas en la región a lo largo del tiempo. Sin embargo, este dato, que en otros contextos podría interpretarse como un avance hacia la igualdad de género, no puede desviar la atención de la dramática pérdida de poder adquisitivo que enfrenta la población.
La combinación de salarios bajos y la reciente devaluación de la moneda subrayan la necesidad de políticas económicas que protejan a la clase trabajadora y eviten que la carga de las crisis económicas recaiga desproporcionadamente sobre los sectores más vulnerables de la sociedad. Mientras tanto, los argentinos continúan enfrentando los desafíos de un escenario económico incierto y en constante deterioro.
