La Justicia de Quilmes avanza en la investigación contra un hombre que se hacía pasar por médico en la Clínica Brandsen, donde engañaba a los pacientes y se desempeñaba con una tobillera electrónica, ya que además cumplía arresto domiciliario.
El caso está pronto a elevarse a juicio oral en los Tribunales de Quilmes, cuando sean sorteados los magistrados que se ocuparán del debate y se desarrollen las audiencias de ofrecimiento de pruebas.
Una vez que las diligencias se completen, se conocerá la fecha del juicio.
Jorge Daniel Zapata, de 61 años, con domicilios en San Justo y Villa Luzuriaga, fue detenido el 9 de junio bajo graves acusaciones.
De acuerdo a datos de la ANSES, el imputado tuvo diferentes empleos a lo largo de su vida: trabajó en una fábrica de plástico y en una empresa de seguridad privada. Y desde septiembre de 2020 se desempeñaba -de modo ilegal- en la Clínica Materno Infantil Brandsen.
En el centro sanitario se presentaba como supuesto profesional de especialidades como traumatología, pediatría y clínica. Atendía a niños y adultos que se iban a tratar, hacía recetas y extendía certificados utilizando sellos apócrifos de distintos médicos reales.
Ejercía la actividad en forma esporádica y en horarios discontinuos. Eso mismo llamó la atención de la Justicia, que inició una investigación a raíz de varias denuncias en redes sociales, donde usuarios señalaban a un presunto profesional que atendía de manera alternada en distintos centros de salud de la zona.
Así, personal de la DDI de Quilmes de la Policía Bonaerense comenzó las tareas de seguimiento y un grupo de agentes actuó de encubierto y simuló ser pacientes para filmar a Zapata en acción. Tras varias semanas de investigación, allanaron el sanatorio y detuvieron al falso médico.
El caso estuvo en manos el fiscal Jorge Saizar, titular de la UFI Nº 5 de Quilmes, quien imputó al acusado por el delito de ejercicio ilegal de la medicina, usurpación de títulos y honores y encubrimiento agravado.
Pero además hubo un par de sorpresas luego de la detención: por un lado, se constató que Zapata cuenta con un pedido de captura del Tribunal Oral Federal Nº 4 de San Martín por el delito de encubrimiento agravado.
Y por otra parte, se descubrió que además estaba cumpliendo una pena domiciliaria, con una tobillera electrónica, a consecuencia de una condena en la Justicia porteña por otra causa, en este caso por Infracción a la Ley 23.737 (tenencia de estupefacientes).
«Es importante que la ciudadanía, ante la presencia de cualquier profesional de la salud que le despierte sospechas, lo denuncie. Primero al 911 y luego al colegio profesional respectivo. De ese modo, en el caso de ser un profesional real, ya no habrán dudas y de tratarse de un profesional trucho, podrá ser detenido, evitando mayores daños a la salud pública», dijo el año pasado Javier Miglino, director de Defendamos la Argentina, cuando informó que en aquel momento se desarrollaban denuncias contra un centenar de personas acusadas por el ejercicio ilegal de la medicina.