Un helicóptero con las imágenes de Nuestra Señora de Loreto y de Nuestra Señora de Luján de Malvinas, llevadas por el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, sobrevoló el domingo Quilmes y las zonas más afectadas por el coronavirus, para bendecir a los argentinos en medio de la pandemia.
«La presencia de María sobrevolando nuestro cielo es un signo de cercanía a nuestro pueblo, quien recibió su protección frente a tantos temores», expresó el prelado a la agencia AICA.
Monseñor Olivera estuvo acompañado en el vuelo por el capellán mayor del Ejército Argentino, presbítero Eduardo Alberto Castellanos y el rector de la catedral castrense Stella Maris, presbítero Diego Manuel Pereyra, todos con sus respectivos tapabocas.
El paso de la aeronave fue advertido en Quilmes y fotografiado por el vecino Iván Engels en el mediodía del domingo.