Boca Juniors venció a River Plate por 1 a 0, en el Superclásico válido por la fecha 18 de la Liga Profesional de Fútbol y con el triunfo se metió en la lucha por el título.
El delantero Darío Benedetto marcó el gol del encuentro en una Bombonera repleta que celebró con énfasis un nueva victoria clásica, luego de seis encuentros sin poder hacerlo en condición de local.
Con este triunfo, Boca alcanzó los 32 puntos y aprovechó el empate del puntero Atlético Tucumán (34) y la derrota de Gimnasia La Plata (33). Por su parte, River (29) sigue expectante, pero dejó pasar una gran oportunidad de acercarse a los de arriba.
El primer tiempo del partido dejó una imagen pálida a los ojos, porque ninguno de los dos pudo imponerse en el juego, cometieron errores y el fútbol, ausente. Hubo espacios en el medio, pero fue luchado en las áreas.
A los 6 minutos de juego, Juan Fernando Quintero ejecutó el tiro de esquina que encontró la cabeza de Matías Suárez y motivó una gran atajada de Agustín Rossi.
Esa fue la única llegada clara de peligro en toda la primera parte, porque Boca insinuó más de lo que concretó. Empezó bien, con presión en ataque, pero sin conexión de juego. Además, River, con su línea de cinco para defender, anuló las proyecciones de Luis Advíncula y de Frank Fabra.
Para el segundo tiempo, la visita cambió, quedó con cuatro en el fondo, donde Paulo Díaz jugó como lateral por la derecha, con un mediocampo más combativo a través del ingreso de Rodrigo Aliendro.
El ex Colón duró poco en la cancha, a raíz de un golpe que derivó en su pronto reemplazo y cierta preocupación por su estado de salud.
En la segunda etapa, el clásico se hizo áspero, con varias tarjetas amarillas exhibidas por el árbitro Darío Herrera, pero Boca sacó partido de su mejor momento, en una ráfaga.
A los 18 minutos, Franco Armani se lució cuando desvió con mano derecha un remate de Pol Fernández. En la jugada siguiente, se produjo el único gol en la Bombonera.
Benedetto se elevó, tras el tiro de esquina ejecutado por Ramírez y le ganó a Emanuel Mammana y a Javier Pinola. El 9 Xeneize lo festejó trepándose al alambrado, a manera de desahogo, en un partido donde había marcado diferencias.
El equipo de Gallardo estuvo falto de rebeldía, lució impreciso y sin ideas en ataque. El intento por modificar la fallida alineación del inicio no pudo ser subsanada.
Boca ganó su cuarto encuentro en hilera y se quedó con otro Superclásico que lo entona para lo que viene.
Para River se abre un interrogante con una derrota que lo mostró escaso de reacción.
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