Brutal entradera y muerte

Ocurrió en la mañana de ayer en Ranelagh. Cuatro delincuentes ingresaron a una casa de 136 y 30. Allí golpearon y mataron a una mujer de 78 años, Sofía María Sliwa, madre del fotógrafo de Diario El Sol, Guillermo Vatovec. Ardua búsqueda de los asesinos

Un nuevo hecho de inseguridad, lamentable y violento que, en este caso, enluta al personal de Diario El Sol de Quilmes. Durante una entradera ocurrida en la mañana de hoy en Ranelagh, cuatro delincuentes mataron a la madre de nuestro fotógrafo Guillermo Vatovec, Sofía María Sliwa, de 78 años.
Según informaron fuentes policiales, el hecho sucedió a las 6.05 de ayer, cuando estas cuatro bestias irrumpieron en el domicilio de la calle 136 y 30 mientras la mujer descansaba con uno de sus hijos, Gerardo, de 46, que vivía con ella; los golpearon ferozmente para robarles unos pocos electrodomésticos y pertenencias.
Ya con Gerardo liberado de su mordaza y maniatado, solicitó auxilio y su hermano Guillermo, que vive al lado, junto a otros familiares comenzaron a hacerle RCP a la mujer, que no respiraba.

Una increíble burocracia y desidia

En el interín, uno de ellos fue hasta el Hospital Evita Pueblo, a una cuadra de la casa, para solicitar una ambulancia y ayuda. Pero se encontraron con la negativa por parte del nosocomio, ya que sostenían que debían llamar primero al 911, cosa que la familia, en plena desesperación por lo sucedido, ya había hecho y con poco éxito.
Así, Sofía, fue trasladada por sus hijos hasta el Hospital, donde habría ingresado fallecida a raíz de, en principio, una obstrucción respiratoria generada por una prótesis dental.

«Saltaron una ligustrina y rompieron una reja»

Respecto al lugar del hecho, se estableció que el ingreso de los asesinos fue a través de una ventana de la cual cortaron una reja.
Guillermo Vatovec confirmó que «saltaron una ligustrina y se metieron por un pasillo que linda con mi casa. Allí rompieron una reja y se metieron».
Al respecto de lo ocurrido, Carlos, hermano de la víctima, declaró: «lo que sabemos es lo que nos contaron hasta el momento, que lo amordazaron a mi sobrino Gerardo y a mi hermana y los golpearon. Según los peritos rompieron la reja y luego una ventana y se metieron por allí. Después, cuando se desató mi sobrino comenzó a pedir ayuda, él por suerte está bien más allá de los golpes que sufrió».
En la misma línea agregó: «es una lástima. Mucha perversidad para sacarles unas pocas cosas y dejar todo revuelto. Cuando se desató la llevaron al hospital pero no se pudo hacer nada. Es inexplicable, pero bueno, estamos viviendo así. Uno piensa que nunca le pasará pero terminar la vida así es muy triste. Era una persona con una memoria de elefante y muy activa».
Personal policial está plenamente abocado a la captura de los homicidas.

Una mujer muy activa

Sofía María Sliwa era una mujer de esas que no podía estar de brazos cruzados o sin realizar alguna actividad. Hasta hace apenas un año, a sus 77, recién se jubiló como profesora de Química y de Biología de la Escuela Media Nº 5 de Berazategui, donde dictaba sus clases.
Lejos de dedicarse a una vida pasiva, en el último año, ya sin concurrir a darles clase a sus alumnos, comenzó a hacer un curso de Grafología y se había inscripto en la Universidad Nacional de Quilmes.
Además, Sofía iba todos los viernes a una FM local donde tenía una columna en la que se dedicaba a leer poemas que eran de su propia autoría.
«Era una mujer llena de vida. Es increíble e injusto que se la hayan arrebatado así. Pedimos a la autoridades que atrapen a estos delincuentes asesinos y que se haga Justicia», expresó, con mucho dolor, su hijo Guillermo.

Los homicidas ingresaron saltando la ligustrina y rompieron una reja para meterse en la casa
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