En un comunicado contundente, el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) expresó su preocupación por la crisis que enfrenta el sistema de salud y la amenaza que esto representa para procedimientos esenciales como la colocación de stents y las angioplastias.
El aumento exponencial en el costo de equipos y suministros médicos, combinado con una reducción en los honorarios profesionales, ha llevado a una situación crítica que ya está afectando la atención de los pacientes. La demora y reprogramación de intervenciones es solo el inicio de las consecuencias que podrían derivar en la interrupción de estos procedimientos vitales.
El CACI, que nuclea a profesionales altamente especializados, resaltó la dependencia de medicamentos, insumos y equipos de alta tecnología cuyos precios son cada vez más inaccesibles. Esta realidad está obligando a algunos médicos a considerar emigrar en busca de mejores condiciones laborales, lo que podría llevar a una escasez de especialistas y al cierre de centros de alta complejidad.
La gravedad de la situación se ve agravada por los pagos tardíos a los médicos, la falta de financiamiento para la renovación de equipos por parte de las instituciones de salud, y las trabas burocráticas de obras sociales y prepagas.
Los cardiólogos recalcaron la importancia de la colocación temprana de stents, que son fundamentales para reducir la mortalidad en casos de infarto de miocardio, así como el tratamiento por catéteres en las primeras horas de un accidente cerebrovascular, que puede disminuir la mortalidad y la discapacidad posterior.
Ante esta situación, el CACI declaró el estado de emergencia en la especialidad y hace un llamado a la comunidad para tomar conciencia sobre esta problemática que afecta directamente la salud cardiovascular de la población.
