Sorprendió a los vecinos el cierre «por reformas» de la Clínica Materno Infantil, ex Brandsen, en Brandsen 128. Solo dos pequeños carteles informan sobre la situación y se desconoce cuándo volverá a funcionar.
La falta de información es característica del centro médico, cuestionado por los pacientes periódicamente por eso y por muchas otras deficiencias en el servicio sanitario.
En efecto, no hay más información que los cartelitos con la frase «Cerrado por reformas». Llama la atención que un centro de salud decida dejar de dar atención a los pacientes con este tipo de argumentos y el hecho de que no haya dado precisiones a los vecinos.
LAS QUEJAS
EL SOL viene reflejando la pésima atención médica brindada por el sanatorio de Brandsen 128, que tomó notoriedad hace dos años por a la detención de un médico trucho que atendía a los pacientes con una tobillera electrónica, ya que cumplía una condena por otros delitos.
Federico Tattoli tuvo una muy mala experiencia hace varias semanas y la relató de esta manera: «vine con mi mujer embarazada de 7 meses con fiebre y me dijeron que vuelva al otro día a las 8 AM ya que ese día no tenían guardia. Una vergüenza».
Santiago Falcone relató por su parte que «vinimos por una emergencia porque mi novia está con hemorragias. Debido a cuestiones de obra social que no cubre la clínica, pagamos 1.500 pesos para que digan que los estudios están bien. La ecografía está bien pero tenía un riesgo de aborto. No la revisaron, no le hicieron ecografía ni nada y encima pretendía, la persona que estaba atendiéndola, que se quedara internada».
Juan Gatti vivió una situación similar. «Un desastre, no se puede creer, no había médicos… Ni uno. Nos tuvimos que ir apenas llegamos y tampoco te sabían decir a qué hora iba a haber uno».
«Un desastre ese lugar. Mi cuñada fue a tener y su doctora le dijo que estaba de guardia pero no había nadie. Voy a denunciar ese lugar de inútiles», contó por último la vecina Yanina Aguilar.
