Charlas sobre un particular reciclado en el colegio PATER

Miembros de la Fundación Llena una Botella de Amor realizaron una jornada de charlas y concientización en el colegio PATER de Bernal Oeste con el objetivo de comenzar una iniciativa de reciclaje que también podría transformarse en solidaria, como se viene replicando en distintas instituciones del distrito.

El proyecto que lleva adelante la fundación trata sobre la transformación de botellas plásticas compactadas con bolsas y empaques plásticos dentro, con el objetivo de crear mobiliarios varios para instituciones y viviendas de interés prioritario a población vulnerable para quienes más lo necesiten.

Ludmila, integrante de la fundación y quien dio las charlas, comentó en diálogo con El Sol: “Llegamos al PATER porque en muchos casos las instituciones se contactan vía redes sociales para ser dar las charlas, siempre somos bien recibidos. Nosotros incentivamos a los chicos a llenar botellas de amor. ¿Cómo llenamos esas botellas? con todos esos plásticos que tienen el único objetivo de terminar en el tacho de la basura, por ejemplo el envoltorio del turrón, el envoltorio de los fideos, del arroz, de la polenta, los palitos de chupetín, la bolsa del supermercado. Eso se pone en las botellas, se las compacta bien y luego nos las llevamos”.

En cuanto a los elementos, detalló que con lo reciclado se puede hacer “todo lo que comúnmente se hace en madera común, se hacen con estos listones de madera plástica. Hacemos sillas mesas, parques infantiles, juegos de plaza, hasta las viviendas. La idea es charlar y poner una fecha para retirar las botellas. La idea igualmente es que esto sea el comienzo y que el compromiso sea de por vida”.

Sobre el destino que estas construcciones tendría, precisó: “la fundación tiene un sistema de intercambio que en este caso lo decide el colegio. Si por ejemplo el PATER necesita mobiliario se lo puede hacer y sino, puede participar de una acción benéfica. Se puede ayudar a un comedor o participar de la construcción de viviendas”.

En cuanto a la recepción de los chicos de esta nueva perspectiva, Ludmila comentó: “nosotros con las charlas nos damos cuenta por un lado que los chicos perciben que no es tan complicado hacerlo, pero lo que sí impacta es cuando ellos ven que lo que para ellos es basura, lo pueden ver transformado en una casa. Eso sorprende”.

Foto: Guillermo Vatovec
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