Columna de Opinión: ¿Es posible terminar con la epidemia del Sida?

Desde que se diagnosticaron los primeros casos de infección por VIH/Sida en el año 1981, en la ciudad estadounidense de San Francisco, 76 millones de personas contrajeron el virus y 35 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el Sida.
Mientras tanto, 37 millones de personas vivían con el VIH para fines del año 2016 en todo el mundo y casi 2 millones se habían infectado en el mismo año; sin embargo, durante la última Conferencia Mundial de Sida, realizada en octubre de este año en la ciudad de Milán, Italia, el médico argentino que vive en Canadá, Julio González Montaner, nos hacía un desafío a todos los allí presentes y nos decía que es posible «terminar con la epidemia del Sida». Y que para ello sería vital poner en marcha lo que hace muchos años los especialistas conocemos como la estrategia 90/90/90: esta estrategia es promovida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas para luchar contra el Sida (ONUSIDA); este Programa tiene como objetivo lograr que el 90% de la personas que viven con VIH en el mundo conozcan su diagnóstico, que el 90% de las personas con diagnóstico reciban tratamiento y que el 90% de quienes reciben tratamiento logren una adecuada supresión viral.
Además y como si todo lo arriba mencionado no alcanzara, en el mismo Congreso que constituyó el último evento internacional dedicado a esta pandemia en este año (hablamos de pandemia porque no hay ningún país del mundo que no registre, al menos, un solo caso de infección) se presentó un trabajo denominado «Tratamiento 2.0. Tratamiento como Prevención»: este estudio describe cómo los avances científicos que se han producido en el ámbito el VIH en las últimas décadas han permitido que el tratamiento antirretroviral sea una herramienta fundamental para controlar la infección y preservar la salud de las personas que viven con el virus. Además, en personas cuya carga viral está indetectable, el tratamiento antirretroviral previene la transmisión sexual del VIH. Los resultados de tres estudios diferentes -en los que participaron miles de parejas serodiscordantes y se contabilizaron muchos miles de actos sexuales sin el uso del preservativo o profilaxis preexposición (PREP)- no han registrado ningún caso de transmisión del VIH en una pareja seronegativa cuando el miembro seropositivo de la pareja tenía la carga viral indetectable. Según estos trabajos, validados científicamente, podemos asegurar que las personas que toman correctamente el tratamiento, tal como ha sido prescripto y mantienen su carga viral indetectable no constituyen un riesgo de transmisión para sus parejas no infectadas.
La ciencia nos dicta que se puede y nos convoca a seguir trabajando para terminar con la epidemia del Sida; el tiempo dirá si fue solo un sueño más o si de verdad logramos hacer un mundo mejor.

Por Gabriel Avena

Especialista en Sida y Adicciones, Director de Salud Mental y Adicciones de la Municipalidad de Quilmes, Director del Área de Sida y Salud Mental de la Obra Social Elevar, Pasteleros.

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