Un hecho estremecedor ocurrió en una oficina del PAMI ubicada en la avenida General Paz, en la ciudad de Córdoba, donde un jubilado con una enfermedad terminal intentó quitarse la vida rociándose con combustible y amenazando con prenderse fuego.
El hombre, desesperado por no poder acceder a su medicación, utilizó querosene y un encendedor. Afortunadamente, varias personas presentes en el lugar lograron detenerlo antes de que concretara el acto.
Un testigo del hecho, que aseguró conocer al jubilado, relató: “Viene todos los días, tiene una enfermedad terminal y no le dan soluciones. Hoy quiso hacer esto, pero lo alcanzamos a agarrar entre varios que siempre estamos acá”.
Tras el intento, el hombre fue atendido por personal médico que acudió al lugar y recibió contención emocional.
El episodio refleja la crítica situación que atraviesan miles de jubilados en el país, agravada por la reciente decisión del PAMI de recortar el programa de medicamentos. Esta medida ha generado indignación y alarma, especialmente entre quienes dependen de los fármacos para tratar enfermedades graves.
El caso expone la necesidad urgente de revisar políticas públicas que afectan directamente a la salud y calidad de vida de los adultos mayores.
