Familiares y allegados del ladrón abatido el miércoles por una efectiva de la Policía Local cortaron durante la mañana de ayer y por espacio de varias horas, la bajada de la autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura Quilmes.
Lejos de ser totalmente pacífica, hubo momentos de tensión durante la protesta, especialmente cuando los manifestantes comenzaron a arrojar piedras, botellas y diversos objetos contundentes contra los móviles policiales que hacían la custodia del lugar, causando algunos daños.
A su vez, increparon a los efectivos presentes y rodearon la garita policial situada en la plazoleta.
El reclamo se centró, por un lado, en pedir la devolución del cadáver del motochorro y por otro, en pedir justicia al expresar la inocencia del ultimado.
«Solamente queremos que nos entreguen el cuerpo como corresponde, para darle un entierro digno y que pueda descansar en paz. El muchacho no tenía nada encima cuando lo balearon», dijo a El Sol uno de los jóvenes presentes en la movilización.
Según sostuvo a su vez el hermano de la víctima, «era un buen pibe que salía a trabajar como cualquier día. No merecía esto, lo dejó agonizando como un perro».
Cabe destacar que el cuerpo del delincuente estuvo en la morgue judicial de Lomas de Zamora hasta el mediodía, momento en que fue trasladado a Quilmes para que sea velado en una casa funeraria de la zona de donde era oriundo, el barrio de Villa Luján. De acuerdo a lo revelado por fuentes policiales, «era un reconocido delincuente, con un importante prontuario en la zona».
Por el lado de la oficial, le fue tomada declaración testimonial en la Fiscalía Nº 1 de Quilmes, en el marco de la causa caratulada como «homicidio» a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1.
