A menos de un mes del vencimiento para abonar el medio aguinaldo, municipios de todo el país comenzaron a encender las alarmas ante la posibilidad concreta de no poder cumplir con el pago, mientras el ministro de Economía, Luis Caputo, les respondió con un mensaje seco: «Ahora el esfuerzo lo tienen que hacer provincias y municipios».
La advertencia del funcionario llega en un contexto delicado para las cuentas públicas, donde la coparticipación federal cayó un 19,4% en términos reales en el primer trimestre de 2025, respecto al año anterior. Con una planta estatal de 3,3 millones de empleados públicos —de los cuales el 13% son municipales—, el escenario comienza a tensarse, sobre todo en el interior bonaerense.
Desde el Gobierno provincial, Carlos Bianco, ministro de Gobierno de Axel Kicillof, reveló que varios intendentes se comunicaron preocupados por el pago de sueldos y aguinaldos, e incluso advirtió que algunos ya pagan en cuotas. Según Bianco, el impacto del ajuste nacional afecta directamente a las arcas locales y provinciales, con fondos de coparticipación que no llegan completos: en marzo, Buenos Aires recibió $900 mil millones, lejos del billón cien de enero.
La situación se agravó por los cambios impulsados por el Gobierno nacional en el esquema de liquidación del Impuesto a las Ganancias, a través del nuevo organismo ARCA. La modificación en los anticipos —de nueve cuotas del 8,33% a nueve del 11,11%— afectó el flujo de caja de las provincias y municipios, complicando sus presupuestos.
Mientras Caputo insiste en que la Nación ya hizo su parte bajando «cinco puntos por año el gasto del Tesoro», en los distritos comenzaron a tomar medidas de emergencia para contener la crisis.
En Villa Gesell, el intendente Gustavo Barrera decretó el estado de emergencia económica. En Saavedra, el jefe comunal Matías Nebot anunció una baja del 13% en los sueldos políticos y evalúa una reducción en los salarios municipales. En Guaminí, José Nobre Ferreira implementó un plan de austeridad que incluye congelamiento de sueldos, recorte de horas extras y suspensión de subsidios. En Caá Catí, Corrientes, Jorge Meza denunció una caída del 30% en los ingresos municipales.
El intendente de Coronel Rosales, Rodrigo Aristimuño, también expresó su preocupación por el aguinaldo, mientras desde el Foro de Intendentes de la UCR alertaron que algunas comunas del Conurbano bonaerense ya enfrentan problemas para pagar a proveedores.
En paralelo, gobernadores reclaman que mientras se tocan impuestos coparticipables, el Gobierno nacional mantiene intactos los tributos de uso exclusivo, acentuando aún más la presión sobre los presupuestos subnacionales.
Con este escenario, junio se acerca con más interrogantes que certezas, y el mensaje desde Casa Rosada parece inamovible: ajuste o ajuste.