«No lo quise matar; nunca tuve intención; fue un minuto, no pensé que todo terminaría así», fueron las palabras al declarar de Walter Meza, el joven que mató de una patada en la cabeza a Nahuel Lezcano tras una discusión en Ingeniero Allan en enero de 2017. De esta manera el imputado, luego de pedir declarar y de formalizar el requerimiento por medio de su abogado particular, confesó sin dilaciones que fue el autor de los golpes y la patada mortal en la cabeza que le costó la vida a un vecino de la calle Antártida Argentina, en Florencio Varela.
Los testigos fueron contestes, todos refirieron a la misma circunstancia: «le pegó dos piñas y cuando caía le dio una brutal patada en la cabeza que derivaron en que Nahuel caiga en una zanja»; ya no tenía vida. De inmediato el agresor se metió en una casa y más allá de los intentos de los vecinos de asistir al fallecido ya era tarde, el golpe había sido certero, provocando el deceso.
A preguntas de los jueces del Tribunal Oral Nº 5 de Quilmes como de la fiscal Mariel Calviño y del defensor Luis Logran, todos fueron coincidentes en cuanto a la responsabilidad penal de Meza. Tal consta en la causa el hecho se produjo alrededor de las 16 del 16 de enero de 2017 en el cruce de Antártida Argentina y Don Jorge, cuando el imputado y la víctima comenzaron una disputa verbal.
De acuerdo a lo manifestado por los testigos ayer, la disputa culminó en tragedia, porque Meza no dudó en atacar a puñetazos a su adversario, quien cayó al suelo, oportunidad que el encausado aprovechó para aplicarle a su rival una patada mortal en la región craneana.
Momentos después, tras caer en una zanja, Lezcano tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro asistencial situado en Ingeniero Allan. Posteriormente el joven, que ingresó desvanecido al nosocomio, dejó de existir a raíz de la gravedad de las heridas sufridas.
El caso provocó enorme consternación en los habitantes del vecindario, ya que la gente del barrio no dudó en reclamar Justicia; de hecho ayer se hicieron presentes en la sede del tribunal de Alem al 400 donde con carteles pidieron Justicia por Nahuel.
La tensión y el nerviosismo se percibieron en todo momento en la sala de juicio del TOC 5; más aún cuando quiso comparecer Meza y afirmó: «nunca lo quise matar, a mí me insultaron, le pegué dos piñas y cuando estaba cayendo le di la patada en la cabeza, fue un minuto, nunca lo quise matar»; de fondo se escuchaba el llanto de la madre de la víctima.
Los jueces Mónica Rodríguez, Gustavo Farina y Juan Martín Mata pasaron a un cuarto intermedio hasta las próximas horas, cuando escucharán los alegatos de las partes.
