Declaró el padre de Salvador Altamura

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El padre de Salvador Altamura, el abogado desaparecido y presuntamente asesinado en 2020, aseguró que a su hijo le robaron 250 mil dólares de su casa de Quilmes, reconoció al principal acusado del hecho, un amigo de la infancia de la víctima que comenzó a ser juzgado por homicidio, como la persona que fue registrada por las cámaras conduciendo su motocicleta, y dijo que el imputado estaba «inquieto, nervioso y gritón» el día que se hizo la denuncia por averiguación de paradero.

La declaración de Ángel Altamura tuvo lugar pasadas las 11 de la mañana en los tribunales de Quilmes, ubicados sobre la avenida Hipólito Yrigoyen 475, y fue el primer testimonio que recibieron los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 Rubén Darío Hernández, Alejandro Oscar Portunato y Julián Busteros en el debate que investiga la desaparición y crimen del abogado.

«Siempre me causó rechazo su forma de ser. No se cómo explicarlo. No me gustaba su forma de ser, su forma de hablar, era fanfarrón», describió Altamura padre al comenzar su testimonio, haciendo referencia al único imputado por el hecho Rubén Darío Dening (55), a quien dijo conocer «hace más de 40 años».

La declaración del padre

Dening está acusado por el «robo calificado por el empleo de llave verdadera en concurso real con homicidio criminis causa» en perjuicio de Altamura, quien, vestido con una campera roja y jeans, lo escuchó impávido mientras era custodiado por dos agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) ya que llegó detenido al comienzo del juicio.

El padre del abogado desaparecido señaló que Dening era compañero de colegio de su hijo y que se dedicaba a fabricar moños destinados a regalería, aunque durante la pandemia padecía una «situación económica dramática» que le provocaba la necesidad de realizarle reiterados pedidos de dinero a su amigo.

«Mi hijo había vendido una empresa de polietileno y polipropileno por 450 mil dólares en 2017 que recibió en efectivo, así que tenía un buen pasar económico. En ese contexto, Salvador le había prestado plata a Dening para comer. Dening le había pedido 10 mil dólares y mi hijo le dio 2 mil», ejemplificó Ángel.

Sobre el momento en el que se enteró de la desaparición de su hijo, el hombre recordó haber ido directamente hacia el domicilio de su hijo, en el cual notó una serie de detalles que le llamaron la atención, por lo que decidió radicar la denuncia en una comisaría.

«Vi su cuarto muy ordenado, la cama estaba hecha. Me sorprendió porque él no solía ordenar. Después encontré la escoba fuera de lugar, la heladera estaba media movida. Entonces decidí revisar el ropero: metí la mano buscando una pistola 9 milímetros que tenía Salvador y no estaba. Me llamó la atención porque no era de llevarse el fierro», explicó.

Luego de ello, Ángel señaló que, junto con el tío de Salvador y la pareja de su hijo, encontraron vacía una caja de seguridad de la víctima, en la cual supuestamente guardaba más de 250 mil dólares.

«Ahí estaban los pasaportes, un anillo de oro, chequeras. En ese momento, nos enteramos que había habido un robo», indicó Altamura.

A continuación, a Ángel les fueron exhibidos los registros de las cámaras de seguridad que mostraban a una persona ingresar al domicilio de Salvador con una de sus motos en los supuestos instantes posteriores a su desaparición.

Sobre ellos, el hombre reconoció al acusado Dening como quien manejaba la moto, al señalar que «tenía una manera particular de caminar», «no tenía su estructura física de su hijo» y que «ingresó por un portón equivocado» al inmueble.

«La cámara lo enfoca y no era Salvador. Salvador llegaba con sus pies al piso de la moto, medía un metro noventa y cinco, pero esta persona llegaba con las puntitas de los pies. A Dening lo reconocí en las filmaciones de la zona cercana al lugar donde encontraron el arma y el casco. Tiene una forma de caminar inconfundible, camina como Robocop», refirió.

En ese sentido, Damián Córssico, un vecino de Salvador Altamura que también declaró en la jornada de hoy, reconoció que la motocicleta Honda XR captada por las filmaciones pertenecía a la víctima y aseguró que no era su propietario quien la conducía.

A su vez, tanto Córssico como Altamura padre coincidieron al remarcar que Dening se hizo presente junto a los familiares de la víctima en su departamento para denunciar su desaparición y que lo notaron «inquieto, nervioso y gritón».

Finalmente, testificó una de las parejas de la víctima, Carina Clerici, quien fue la última persona en haber visto con vida a Salvador.

«El 13 de julio de 2020 fue la última vez que lo vi, cuando me fui de su departamento a las 14 horas. Él me dijo que se iba a caminar con Dening», explicó la mujer, que agregó: «Él siempre decía que Dening era su mejor amigo, aunque unos días antes me dijo que dentro de poco iban a dejar de hablar. Le pregunté si había pasado algo entre ellos, pero no me contestó nada al respecto».

Previo a las declaraciones, el fiscal de juicio Andrés Nieva Woodgate explayó sus lineamientos en el juicio, en los cuales consideró que Dening mató a Altamura con el objetivo de robarle dinero y que lo hizo «de manera tan efectiva que logró la desaparición de su cuerpo».

En el requerimiento de elevación a juicio -y al que tuvo acceso Télam-, la fiscal de instrucción Ximena Santoro sostuvo que Dening «a fin de preparar su posterior accionar ilícito y con el propósito de lograr su impunidad le dio muerte a Salvador Altamura».

Para la fiscalía, luego de asesinar a su amigo, el acusado tomó la motocicleta de la víctima y se dirigió hacia su departamento, ubicado en la calle 25 de Mayo 217, en pleno centro de Quilmes, donde «se apoderó ilegítimamente de una suma de dinero no especificada y un arma de fuego calibre 9 milímetros» propiedad del abogado.

Una de las pruebas que remarcó la fiscalía fue que luego de la desaparición del abogado, Dening adquirió un televisor, dos celulares y se halló un comprobante de pago para un estudio de abogados por la cifra de cinco mil dólares.

Al momento de ser detenido, mientras intentaba ingresar en bicicleta a la provincia de Entre Ríos, el imputado tenía en su poder la suma de 386.662 pesos y 31.500 dólares, con los que intentó sobornar a los efectivos para que lo dejaran libre, y vestía una campera que era de Altamura.

La fiscal Santoro desdobló la causa, ya que continúa con la investigación para hallar el cuerpo de Altamura.

Desde abril de 2022, el Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de entre 2.500.000 y 5.000.000 de pesos para toda persona que aporte información fehaciente para encontrar el cuerpo de Altamura.

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