Como no podía ser de otra manera, y pese a que ante Merlo volvió a ser superior y mereció quedarse con la victoria, Berazategui apenas rescató un punto en su última presentación de un 2017 que quedará entre los peores de su corta pero fructífera historia en el ascenso.
Lejos de salir a defenderse, Berazategui salió a jugarle de igual a igual al Charro que no se esperaba esa estrategia por parte del conjunto visitante.
Así, con la cancha inclinada sobre el arco local, en el primer cuarto de hora del partido el Naranja ya había contado con dos situaciones claras para abrir el marcador, ambas por intermedio de Matías Morales, la gran figura de la cancha.
La primera a los l0, a través de un remate desde afuera del área que el arquero Tursi, en brillante actuación, logró desviar al córner junto a su palo izquierdo. Y, la segunda, dos minutos más tarde, con otro disparo que se fue a centímetros del ángulo superior izquierdo del 1 local.
Por el lado del Depo, sus hinchas tuvieron que esperar hasta el minuto 32 para entusiasmarse con un cabezazo a quemarropa de Molina, a la salida de un corner ejecutado desde la derecha, que Rustton desvió a medias y Montenegro terminó mandando otra vez al corner.
En el complemento, el cansancio y el intenso calor se hicieron sentir en los jugadores de ambos equipos que trataron de regular las piernas y tener la pelota lo más lejos de sus arcos.
El que primero avisó fue el local con un tremendo zapatazo desde la medialuna del área grande de Panceri que tras pegar en la unión entre el travesaño y el vertical derecho de Rustton le quedó servida a Alderete que en su intento por fusilar al 1 Naranja se encontró con la mejor tapada del campeonato de Rustton.
Con los minutos, Bera volvió a recuperar el control del balón en el medio y a partir de ahí, volvió a generar varias chances claras de gol. Otra vez la mala suerte le impidió a Velasco festejar, primero a los 62, cuando Talarico desvió su remate sobre la misma raya de gol y, después a los 64, cuando una volea se fue por sobre el travesaño.
Bera fue más que Deportivo Merlo, pero como le viene sucediendo en las últimas presentaciones, otra vez no supo capitalizar en la red de enfrente las numerosas situaciones que creó y volvió a pagarlo con otro empate, el séptimo consecutivo de la era Szeszurak, que terminó siendo un premio demasiado grande para el local.
Por suerte, 2017 llegó a su fin y ahora se viene el receso, seguramente llegarán un par de incorporaciones y será el turno de una pretemporada en Mar del Plata que les vendrá muy bien tanto a los jugadores como al nuevo cuerpo técnico encabezado por el Búfalo Guillermo Szeszurak para poder ajustar las muchas tuercas flojas y encarar la segunda parte del campeonato con otra mentalidad y, sobre todo, con otros resultados. Que 2018 sea mucho más próspero.
Por Luis Rodríguez
