Desplome en la ocupación hotelera: julio reflejó una caída del 12,5% según el Indec

Desplome en la ocupación hotelera julio reflejó una caída del 12,5% según el Indec
Desplome en la ocupación hotelera julio reflejó una caída del 12,5% según el Indec

La crisis económica que atraviesa Argentina continúa dejando su huella en todos los sectores, y el turismo no ha sido la excepción. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la ocupación hotelera en julio cayó un 12,5% en comparación con el mismo mes del año anterior. Ni siquiera las vacaciones de invierno, que suelen ser un respiro para el sector, lograron revertir esta tendencia negativa.

Los números revelan una caída significativa tanto en los viajeros residentes como en los no residentes. Las pernoctaciones de los turistas nacionales disminuyeron un 11,8%, mientras que las de los extranjeros cayeron un 11%. Estos indicadores muestran que, en medio de la creciente inflación y la pérdida del poder adquisitivo, menos argentinos pudieron permitirse unas vacaciones, y el turismo internacional tampoco fue suficiente para compensar la baja en la demanda.

Esta baja en la ocupación hotelera tiene un impacto directo en las economías regionales, especialmente en aquellas que dependen del turismo durante los meses de invierno. Ciudades como Bariloche, Mendoza y Ushuaia, que suelen ver un aumento considerable en la cantidad de turistas durante julio, enfrentaron una temporada más floja de lo esperado.

El contexto económico también ha afectado a las pequeñas y medianas empresas que dependen del turismo, tales como restaurantes, comercios y operadores turísticos, muchos de los cuales reportan una caída en sus ingresos durante este período clave. Los altos costos de transporte y alojamiento, sumados a la incertidumbre económica, han hecho que muchas familias argentinas opten por recortar gastos, y las vacaciones fueron uno de los primeros rubros afectados.

A medida que el país sigue lidiando con la crisis económica, el futuro del sector turístico es incierto. Mientras tanto, los operadores turísticos y hoteleros deberán prepararse para un panorama desafiante, con la esperanza de que una mejora en las condiciones económicas y políticas traiga consigo una recuperación del turismo en los próximos meses.

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