Detuvieron al policía declarado culpable por el crimen de Víctor Balza

Un expolicía que había sido condenado a 12 años de prisión por el homicidio de Víctor Balza, el joven que fue asesinado en 2003 luego de recibir un balazo cuando lo detuvieron en Quilmes, quedó preso en las últimas horas por orden del Tribunal que lo juzgó en 2015, al quedar firme su sentencia.

Se trata de Norberto Darío González (42), quien fue apresado en su domicilio por disposición del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 5 quilmeño, luego de que la apelación de su defensa ante la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires fuera denegada por «inadmisible» y de que el abogado de la madre de la víctima pidiera su inmediata detención.

«Después de 18 años es la primera vez que está preso, la sensación que tenemos luego de tanta lucha es de un poco de alivio porque se hizo Justicia por mi hijo», dijo a Télam Nora del Valle Torres, mamá de Balza (18).

Los jueces Gustavo Farina, Mónica Rodríguez de Piuma y Juan Martín Mata ordenaron la detención del excabo del Subcomando de Don Bosco luego de un pedido del abogado Santiago Bongiovanni.

El letrado, quien tomó el caso hace un mes, hizo la presentación dado que el 30 de octubre de 2019 la Suprema Corte bonaerense había denegado por «inadmisible» el recurso de queja presentado por la defensa.

«Si bien todavía puede resolver la Corte Suprema de la Nación, las instancias provinciales ya se agotaron y entonces correspondía que se ejecutara la sentencia y se empezara a cumplir la condena», afirmó Bongiovanni.

El 29 de junio de 2015, el TOC Nº 5 de manera unánime condenó a González a 12 años de prisión por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» y ordenó que no vaya a la cárcel hasta que el fallo quedase firme en segunda instancia.

«Fue muy duro para mí y para mi familia todos estos años pero gracias a Dios al fin llegó y está detenido», expresó Nora.

Ese juicio, el tercero que hubo en el caso, había comenzado el 21 de mayo cuando el por entonces abogado particular de González pidió que se declare prescripta la acción penal, pero el Tribunal no hizo lugar a la solicitud y el letrado lo recusó.

La recusación tampoco prosperó, tras lo cual, el acusado desistió de continuar con la representación de un abogado, por lo que se le asignó un defensor oficial.

Recién entonces comenzaron las testimoniales, entre las cuales se destacó la de un policía que participó del procedimiento en el que detuvieron a Balza y que ratificó ante el Tribunal que tanto éste como los otros sospechosos que lo acompañaban estaban «desarmados» al momento del tiroteo.

El hecho ocurrió el 8 de noviembre de 2003 cuando policías en dos móviles del Subcomando de Don Bosco se enfrentaron con un grupo de sospechosos en la villa Itatí y en el procedimiento detuvieron a Balza y a otro joven al que le secuestraron un fusil Mauser.

«Hubo una persecución con dos delincuentes y mi hijo salió a correr cuando vió que hubo un enfrentamiento con los policías que dejaron escapar a esas personas y ahí le dan el disparo a cuarenta centímetros de distancia por la espalda», recordó la madre.

La víctima fue trasladada a la comisaría 2ª de Bernal y al día siguiente murió en el Hospital de Wilde a raíz de un tiro que le ingresó por el glúteo izquierdo y que quedó alojado en el hígado. En la autopsia se determinó que la víctima presentaba un impacto de posta de goma en la cabeza, sin perjuicio de que no fue la herida que le provocó la muerte, ya que se dio por probado que lo mató un balazo disparado por González luego de que se cotejara el proyectil extraído del cuerpo de la víctima.

En 2009, el expolicía fue juzgado por el TOC Nº 1 de Quilmes pero el proceso se anuló porque la defensa recusó al tribunal por «parcialidad».

Luego, en 2010, el TOC Nº 4 quilmeño condenó al excabo a 11 años de prisión por «homicidio simple» pero en 2012 el Tribunal de Casación Penal bonaerense revocó la sentencia por considerarla «incongruente» y con «falta de fundamentación» y ordenó realizar el tercer juicio donde finalmente se dio la sentencia condenatoria.

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