Dos ataques en quince días

Habían decidido levantar una reja por haber sufrido un hecho de inseguridad hace dos semanas. Cuando comenzaba la obra, volvieron a ser asaltados por un grupo de delincuentes

Una casa en la zona de Azcuénaga y República del Líbano fue asaltada dos veces en un lapso de 15 días. Debido a esto, los habitantes, un matrimonio que vive desde hace más de 30 años en el barrio, decidió poner rejas al frente de su casa como medida de seguridad.
En dicha zona del oeste quilmeño los hechos de inseguridad son moneda corriente y los vecinos se encuentran preocupados ante esa sensación de desprotección por parte de las autoridades.
En el primero de los hechos, una mujer fue sorprendida en el frente de su casa, la hicieron ingresar y robaron varias pertenencias del lugar. Debido a esto, el matrimonio decidió poner una reja para aumentar la seguridad y a pocas horas de comenzar la obra sufrieron otro hecho de inseguridad.
Gabriela, hija del matrimonio damnificado, relató que «estaban trabajando en la puerta de la casa de mis padres porque hace 15 días robaron. Unos tipos entraron a los albañiles amenazándolos, cuando mi papá lo vio hizo sonar la alarma y los tipos se escaparon llevándose celulares de los albañiles solamente».
Agregó: «no creo que haya habido inteligencia para hacer el robo. Estos tipos siempre andan dando vueltas por la zona. El viernes le robaron a una chica en la esquina, la modalidad es bastante similar, se comunican con Handys, saben todo, quién está en la calle. Los horarios son similares también, entre las 10 y 11.30».
Sobre la forma de manejarse en el día a día tras lo ocurrido, la vecina describió: «hicimos un grupo de WhatsApp de vecinos y compartimos cuando pasa algo. Lo bueno es que salimos todos a la calle cuando nos enteramos de algo así, pero lo cierto es que salimos cuando el hecho ya pasó, así que no podemos hacer nada. Solemos ver patrullaje en la zona, pero siempre detrás de los patrulleros vienen estos tipos a robar. Tienen todo estudiado, todas las semanas hay un hecho. Yo pedí un patrullero hasta que terminen de trabajar los albañiles porque lógicamente los tipos no querían continuar porque se sentían inseguros».
Concluyó: «tenemos una sociedad de fomento acá cerca y vamos a ver si podemos acercarnos a hablar con alguien para que pongan cámaras y que haya más seguridad porque es tremendo lo que pasa. Yo viví desde siempre acá y hoy en día tengo miedo de lo que pueda pasar».

 

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