Las encuestas posicionan a Leandro Santoro como favorito y crece la tensión entre Jorge Macri y Manuel Adorni. Mientras Milei y Macri se suben a la campaña, la interna entre libertarios y amarillos se vuelve una batalla por el poder real en el padrón porteño.
A dos semanas de la elección en la Ciudad de Buenos Aires, la competencia entre el PRO y La Libertad Avanza se endurece. Con Leandro Santoro al frente en los sondeos, tanto Jorge Macri como Manuel Adorni apuntan a quedarse con la segunda posición y, sobre todo, a no perder con el otro.
En el entorno de Jorge Macri aseguran que mide mejor que el vocero de Milei devenido en candidato. Pero fuera de ese círculo, hay dudas: no todos en el PRO creen que le ganarán al libertario. Lo que sí repiten es que Horacio Rodríguez Larreta no levanta cabeza: algunos dicen que ni siquiera llega a los dos dígitos.
En este escenario, Adorni se jugará sus fichas con un streaming junto al Presidente, mientras que Mauricio Macri también salió a la cancha: subió un video recorriendo la ciudad con Silvia Lospenatto, su candidata.
Desde principios de año está claro que la Ciudad es el campo de batalla entre el PRO y Milei, una suerte de medidor que puede definir cómo se reconfigura la política opositora de cara al 2025. Si los libertarios ganan, Karina Milei tendrá vía libre para atraer a dirigentes ajenos. Si el PRO logra imponerse, Macri quedará mejor posicionado para negociar desde una postura de fuerza.
En el macrismo nadie quiere hablar de números. Aún recuerdan cuando Marcos Peña pronosticó una victoria en las PASO de 2019 que terminó en desastre: no solo perdieron el control del gobierno, sino que dejaron heridos entre empresarios que habían apostado a una continuidad.
Sobre la provincia de Buenos Aires, donde no hay PASO habilitada, Macri planteó que podría haber una primaria “institucional” entre José Luis Espert y un candidato del PRO. Pero la herramienta ya no existe, salvo que organicen sus propias internas. Una contradicción que llega justo cuando la competencia interna entre libertarios y amarillos está más viva que nunca.