El Barba Gutiérrez declaró en el Juicio a las Brigadas

 En el marco de la audiencia 114 del Juicio Brigadas declararon dos sobrevivientes, uno de ellos Francisco “Barba” Gutiérrez, y un testigo de contexto. Se dio por clausurada, de esta forma, la etapa testimonial. La próxima audiencia se realizará en septiembre.

Daniel Feierstein, testigo de contexto, fue el primero de la jornada. Es doctor en Ciencias Sociales, investigador del Conicet y realizó numerosas investigaciones de concepto del delito de genocidio. Ya prestó declaración en otras causas.

“El genocidio tiene dos fases: la destrucción de la identidad nacional del grupo oprimido y la otra, la imposición de la identidad nacional del opresor”, dijo al explicar el concepto de Raphael Lemkin, preocupado por la calificación legal, ya que el delito más grave era el homicidio. Mencionó a continuación la resolución de las Naciones Unidas 96/1 de 1946.

Se centró luego en “las discusiones que genera esta figura a partir de su sanción”. Precisó que introduce el concepto de grupo en el Derecho, que “desata una serie de discusiones en el sentido de cómo se define el grupo”. “Quien maneja la estructura de poder es capaz de definir quiénes configuran el grupo”, sostuvo.

Habló de subgrupos dentro del grupo nacional y consideró que la destrucción de ellos es una forma de destrucción parcial del grupo nacional, porque “no podría ser el mismo sin la riqueza que le da cada uno de estos grupos”.

“Este terror nos ocurrió a todos y debemos preguntarnos por los efectos en la práctica cotidiana”, reflexionó Feierstein. “Nadie queda afuera”, apuntó. Y mencionó, a renglón seguido, que “todas los miembros son parte necesaria y constituyente de ese sistema de funcionamiento”, aludiendo a la práctica represiva.

El sobreviviente Atilio Portillo Servín fue el segundo testigo. Fue secuestrado en la madrugada de 7 de septiembre de 1976 en su casa de Solano. “Se apersonan tres personas que se identificaron como de las Fuerzas Armadas, golpean muy fuerte la puerta. Ingresan tres, dos se dedican a revisar todo e incluso a empaquetar algunas cosas personales, y el otro quedó de guardián. Me puso una toalla en la cabeza, a mi hijito y mi finada señora, que murió en el exilio”, contó.

“Un rato después, me sacan afuera y dicen ´lo llevamos a Campo de Mayo´. Me pone una pistola en el oído y tiran un tiro, que me dejó sin oír nada durante mucho tiempo”, recordó. También fue secuestrado su tío, Santiago Servín, quien vivía en la casa de atrás.

Me dejan a la intemperie, casi desnudo. “Sufrí mucho frío y de tanto en tanto, uno de los torturadores me golpeaba en el estómago, me tiraba en el piso y seguía, sin mediar ninguna palabra. Me llevaron a la sala de torturas, que era como entrar a una jauría de lobos, me empezaron a golpear, tanto que al final me fichan en vinculación con la organización que militaba (Partido Comunista) mi tío Santiago. Querían saber si era parte, dije que no y después de un rato, me llevan a una celda en la que ya había unas cuantas personas”, describió.

Fue amenazado y golpeado. “En la madrugada del 23 de septiembre, me sacaron. Esa noche, con otros compañeros que estaban ahí, nos pusieron en un auto y salimos”, recordó. “Nos dejan y nos advierten ´se sacan la venda después de cinco minutos desde que nosotros no retiramos, sino les metemos bala´, y así hicimos”, apuntó. Estuvo en Arana. Su tío fue trasladado, luego al Pozo de Quilmes. Continúa desaparecido.

El tercero en declarar fue el ex intendente de Quilmes Francisco “Barba” Gutiérrez, quien participó de la última inspección ocular y quiso aportar un dato. “Fui detenido el 9 de agosto de 1975 en la vía pública (Quilmes Oeste)”, mencionó al comenzar el testimonio. “Tenía que encontrarme con unos compañeros para ir a un plenario sindical en Solano”, apuntó.

Fue trasladado, junto a Horacio Rapaport, a la entonces Brigada de Quilmes, hoy sitio de Memoria, desde donde declaró.

“Me dejaron sin ropa, me ataron y me torturaron”, recordó Gutiérrez, quien precisó que se sentían gritos por la picana eléctrica de otras personas. “Fueron dos o tres sesiones, muy dolorosas”, mencionó. “Después de una de las sesiones, tenía mucha sed, no podía tomar agua porque decían que no podíamos morir. No sé cuántos días pasaron, perdí la noción del tiempo porque llegó un momento donde nos dejaron de torturar”, detalló.

Luego, fue trasladado a la Brigada de La Plata, a disposición del PEN. “La causa era ser montonero. Fui sobreseído en 1975. No me dejaban salir, tampoco del país. Estuve siete años lidiando con todo eso”, dijo. En septiembre de 1982 logró salir en libertad. “En la cárcel ya, sufrimos muchas vejaciones, golpes, torturas”, admitió.

Mencionó lo que sucedió con Rapaport, quien fue sacado de forma ilegal -por militares- y les dijeron que a los tres días iba a volver. “Aparece supuestamente suicidado”, advirtió Gutiérrez, quien dejó en claro que el temor por su desaparición dentro del penal obedecía a que ya tenían conocimiento de los fusilamientos. Esto sucedió en febrero de 1977.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el 5 de septiembre, audiencia pautada para las 8.30. El presidente del TOF 1 de La Plata, Ricardo Basílico, informó que se dio por finalizada la etapa testimonial.

Son juzgados, por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes, el ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; el ex médico policial Jorge Antonio Berges; Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale. También son juzgados Guillermo Domínguez Matheu (a quien detuvieron en julio); Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré y Alberto Condiotti. Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en “El Infierno” también están imputados Berges y Smart. En la audiencia 94 se sumaron acusaciones contra Juan Miguel Wolk, Alberto Candioti (tramo San Justo) y Antonio Castillo.

Miguel Ángel Ferreyro y Miguel Etchecolaz estaban imputados por los delitos cometidos en la Brigada de Lanús (el primero) y por crímenes en el Pozo de Banfield, Quilmes y el Infierno de Avellaneda (el segundo). Ferreyro falleció en octubre de 2021 y Etchecolatz murió el 2 de julio de 2022. Durante 2023 fue Eduardo Samuel de Lío quien falleció.

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