Con presente en la UAI Urquiza y con pasado en el Quilmes Atlético Club. Se trata de Horacio Salinas, que junto a Jorge Gáspari, trabaja en las Divisiones Inferiores del Furgonero y supo ser el coordinador general en el predio amateur del Cervecero.
«Lo de la UAI Urquiza es una experiencia totalmente nueva, el hecho de estar en el Ascenso es completamente distinto al fútbol de Primera División. Es otro el nivel de jugadores y también se profundizan más las necesidades, aunque con Jorge estamos en un lugar donde tenemos todas las comodidades», aseguró Salinas en charla con El Sol Deportivo.
Comentó que «empezamos de cero, estamos tratando de armar una estructura y de imponer un estilo de formación. Desde la Universidad Abierta Interamericana nos dicen que es la UAI es una universidad que tiene un club y no un club que tiene una universidad, pero estamos muy cómodos en todo sentido ya que, por ahora, no hay ningún apuro. Tenemos un grupo de jóvenes muy capaces y la idea es poder dejar algo más dentro del fútbol juvenil».
«Esto es así, hay que tener vocación para la formación de los jugadores, además de tener paciencia y de una política a desarrollar que te lleve a buen puerto, algo que no es nada fácil. El fútbol juvenil es muy complejo ya que después de caminar tanto seguimos descubriendo cosas, los niveles de formación entre juveniles e infantiles no son los mismos por los cambios fisiológicos de los chicos y también los trabajos relacionados con el fútbol fueron cambiando, fueron progresando, y hace falta la experiencia para la conducción de las cosas», expresó Fito Salinas.
Indicó que «cuando estuve en Quilmes encontré un nivel de jóvenes muy interesante como para hacer algo importante, pero no se pudo dar».
-¿Si hubiese sido por Usted se hubiera quedado toda la vida en Alsina y Lora?
-Nunca lo dudé. A pesar de todo, es el lugar donde más cómodo me siento. Siempre lo dije y lo repito, Quilmes me brindó un montón de cosas, a la vez le pude brindar lo mejor ya que mi llegada al QAC me cambió realmente la vida y además, hoy me permite vivir con cierta tranquilidad.
«Cuando me tuve que ir del club era un momento muy embromado, yo había estado hablando con (Facundo) Sava y me pareció un técnico interesante, igual que ahora todos los técnicos tenían sentido de pertenencia, había ganas de seguir y todos estábamos entusiasmados por querer hacer algo por Quilmes. Las cosas no se dieron, tampoco hicieron mucho para que nos quedemos, pero eran momento muy difícil y con una situación política cercana…», manifestó Salinas.
El equipo en la BN
Y sobre el presente futbolístico del Cervecero en la Primera B Nacional puntualizó que «la gente que me conoce y que trabaja en otros clubes no puede creer la situación de Quilmes y es algo que hay que analizar con mucha más profundidad. Estando del lado de afuera se puede desconocer lo que está pasando adentro y de ahí que la opinión no es tan certera o valedera. En lo particular siento mucho dolor ya que a través de la Asociación de Ex Futbolistas sigo estando cerca del club, a lo largo de tantos años pude cosechar un montón de amigos y todo lo que pasa no me hace sentir. Igualmente no perdemos la esperanza de mantener la categoría y creo que después seguramente empezará otra etapa en la B Nacional».
«Me parece que en Divisiones Juveniles no se desarrollaron las políticas necesarias y tampoco hubo el acompañamiento que hacía falta. Los clubes que apuestan en las inferiores lo hacen por lo deportivo y también por la cuestión económica, algo que es fundamental. Si te toca vender un jugador se puede pagar hasta 10 años de trabajo de los cuerpos técnicos como pasó en otras instituciones. Este ida y vuelta de Quilmes es por no haber logrado una política ya que la vida arranca desde abajo, no se puede hacer una casa empezando por el techo y creo que faltó darse cuenta que el futuro comienza desde abajo», señaló HS.
deportes@elsolnoticias.com.ar
Sergio Fiorentino
