El valor de la enseñanza

Referentes de la educación local reflexionaron sobre la importancia del docente en la sociedad, al celebrarse ayer el Día del Maestro que recuerda el fallecimiento de Sarmiento

Durante la jornada de ayer se conmemoró, a nivel nacional, el Día del Maestro y referentes del sector a nivel distrital reflexionaron sobre el rol docente.
Uno de ellos fue Marcelo Tobares, de dilatada trayectoria en Quilmes.
«Hoy se conmemora el fallecimiento de Sarmiento, pero nosotros lo que hacemos es celebrar el rol docente. El recibir alumnos es especial, ellos nos ven como referentes para aprender. La vocación nuestra es prácticamente natural, yo tenía 25 años cuando me presenté en un aula y encontré que esto era lo mío. No me cansé de capacitarme para dar siempre un poquito más. El placer de ver las sonrisas, los cuadernos con ellos contentos por haber aprendido algo más es lo más reconfortante, o cuando se reciben y los ves de grandes», señaló.
Agregó que «el docente vive luchando para dar lo mejor en un aula, hoy va con la tiza pero también con preocupación, ya que durante los últimos años el estado generó un abandono muy importante. Lo más triste que se ve en las escuelas hoy en día es el hambre, chicos que van porque necesitan también la comida. Los docentes también estamos en eso, tenemos que estar atentos a esas cosas y ayudar en lo que podamos. No es fácil nuestra tarea pero es gratificante, hoy tengo que felicitar a cada uno de mis compañeros y compañeras docentes, darles un saludo muy grande y que no bajen los brazos. La formación de una buena sociedad está en la escuela pública», cerró.
Por su parte, Ulises Nuñez, docente de trayectoria y referente de la Federación de Educadores Bonaerenses a nivel local, comentó: «el maestro es el que potencia al extremo lo que el alumno ya trae de su formación anterior, sea de su hogar u otra etapa escolar, para crear un nuevo conflicto cognitivo y despertar la necesidad de descubrir y aprender. El Vinculo alumno-docente es hiper fundamental en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y allí es donde se conjugan los sentimientos, los valores, las vidas, ese cariño y esa preocupación cuando el alumno no viene o cuando el maestro falta. Cuando tu alumno tiene la mirada perdida, lloró después de un cuento o un reto, sabemos que algo más hay y nos metemos más allá de nuestra función pedagógica hablamos de todo y nos involucramos más».
Adhirió que «cuando estoy en clases me siento con la obligación implícita de hacerlos reír, sin que la cátedra sea un circo pero siento que la mirada y la sonrisa es el primer flechazo para un buen vínculo y la sinceridad de mi entrega irá creciendo y la honestidad del alumno de demostrar hasta donde sabe también».
Finalizó: «así crece también el maestro. Somos actores de las transformaciones sociales. Todos, el alumno y el maestro dispuestos a enseñar y también a aprender. Ser profesor lleva esa conducción pedagógico social, matemática, risas, literatura, violencia, naturales, llanto, gimnasia, hambre, recreo, abrazos. Seguiría eligiendo esta profesión defendiendo la Escuela Pública. Insoportablemente inquieto para seguir transformándola a favor del pueblo».

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