En el tramo final de la etapa regular de la Primera Nacional, Quilmes disputará otro certamen que será mucho menos importante que el imaginado objetivo principal pero que podrá ayudar en el próximo paso que tendrá que dar el Cervecero en la competencia.
Como se ha escrito desde hace un par de semanas, jugar la final por el primer ascenso (concluir en lo más alto de las posiciones de la Zona A) era un imposible, incluso lo hubiera sido si Quilmes se hubiese traído un triunfo de su visita a Deportivo Maipú.
La derrota ante el Cruzado, tal vez los hizo terminar de caer a algunos cazadores de utopías imposibles que se dejaban llevar por las declaraciones “caseteras” de los protagonistas: “tenemos que jugar con los de arriba” o “hasta que las matemáticas den, no nos bajamos de la pelea por el primer puesto”.
Declaraciones en contrario, cercanas a la realidad y a las reales probabilidades, hubiesen admitido cierta resignación sobre el primer objetivo que los protagonistas no quisieron reconocer antes de entrar en el desenlace final del torneo.
Pero más allá de esta postura, lo importante será transitar por lo concreto y en estos siete partidos que quedan el equipo deberá proponerse disputar otro campeonato: un mano a mano con Atlético de Rafaela para terminar en la cuarta posición y tener ventaja deportiva en el primer cruce del Torneo Reducido.
También lo podría tener con el actual quinto puesto pero ahí debería compararse con el otro quinto de la Zona B para determinar cuál de los dos contaría con la ventaja de localía y de resultado, en el primer cruce.
Mientras tanto hay que ir haciendo los deberes tanto adentro como afuera de la cancha. El equipo no puede repetir el primer tiempo ante Maipú, se quedaría afuera de un plumazo del Reducido.
El entrenador no le puede errar más a los planteos, aunque al finalizar el partido identifique el error, la equivocación de estrategia también te sacaría del torneo por el segundo ascenso.
Los directivos deberán tener la guardia alta. El gol mal anulado ante Deportivo Maipú que le quitó el empate forma parte de una secuencia de fallos arbitrales que lo perjudicaron al Cervecero en los últimos partidos. A despertarse que empieza otro campeonato.
SEBASTIAN KERLE
