El gobierno de la provincia de Buenos Aires, liderado por Axel Kicillof, ha anunciado que cerró el primer semestre de 2024 con un superávit primario, según datos procesados por el Ministerio de Economía provincial. Estos resultados se producen en un contexto de disputas por fondos con el gobierno nacional de Javier Milei.
A pesar de un déficit financiero de $122.382 millones (-1,2% de los ingresos totales), la provincia logró un superávit económico de $274.809 millones (2,7% de los ingresos corrientes), permitiendo sostener inversiones de capital. Sin embargo, Kicillof enfrenta una reducción significativa en transferencias no automáticas del gobierno nacional, que han disminuido en un 91%.
El gobierno provincial ha destacado que la caída en recursos provinciales fue menor que la de los nacionales, y que los gastos totales ascendieron a $10.275.815 millones, un incremento del 204,3% respecto al año anterior. Sin embargo, los gastos de capital se vieron afectados por la interrupción de transferencias nacionales para obras cofinanciadas.
El Ministro de Economía bonaerense, Pablo López, señaló que las políticas económicas nacionales, incluyendo una devaluación masiva y recortes fiscales, han generado una pérdida acumulada de $1,9 billones para la provincia, con un impacto negativo en la economía y la infraestructura.
Kicillof ha criticado el ajuste económico del gobierno nacional, acusándolo de dificultar la gestión provincial y paralizar mil obras en Buenos Aires. A pesar de estos desafíos, Kicillof reafirmó su compromiso con la inversión en salud y otros servicios esenciales para los bonaerenses.
