Gol Es Gol: Si el corazón late es porque hay vida

Quilmes está vivo. Luego de la dolorosa goleada sufrida ante Mitre (4-0), el Cervecero encontró signos vitales y logró recuperarse ante Atlanta, al que superó por 2-1 en un partido que será recordado en la historia por el reencuentro de la gente con el equipo.

Muchas dudas y una gran preocupación habían quedado tras la derrota en Santiago del Estero. Si bien el equipo de Sava no fue un derroche de fútbol, buscó siempre el partido acompañado por el empuje del hincha, puso su corazón y dio vuelta un resultado adverso.

A diferencia de otros partidos, esta vez el Cervecero no perdió la línea, no se desdibujó para ir a buscar primero el empate y después la victoria.

Apoyados por Mariano Pavone (39 años) que mostró su oficio pero también su vigencia para ser el estandarte de Quilmes en el segundo tiempo.

Además del Tanque, quedó en claro que Bonetto es delantero y no volante. Jugando de mitad para adelante, desequilibra y para atrás da ventaja. Entonces, lo suyo está en el último tramo de la cancha y no hay más vueltas.

Las ventajas para el rival siguen estando, como la banda izquierda del equipo, que suele estar desprotegida y con escaso manejo; un mediocampo que suele correr de atrás a los rivales y la defensa que retrocede mal, como quedó otra vez demostrado en el gol de Atlanta.

Pero estos defectos a veces quedan disimulados en la mediocridad general y un equipo con las virtudes que tiene Quilmes de mitad de cancha para adelante los puede soportar.

Lo más importante que mostró el equipo fue el corazón y eso más allá de todo análisis es fundamental. El empuje que tuvo el equipo para revertir el resultado y la garra puesta en el campo de juego para no bajar los brazos son determinantes en todo equipo que pelea cosas importantes. Si hay corazón latente, quiere decir que hay vida.

redaccion@elsolnoticias.com.ar

Sebastián Kerle

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