Un hombre de 43 años se encadenó en el ingreso a la terminal de la línea de colectivos El Nuevo Halcón SA (12 de Octubre y Mosconi, Quilmes Oeste) para exigir su reincorporación luego de haber sido despedido a fines de enero de este año. En diálogo con Diario El Sol, Gerardo González expresó que lo habrían echado sin motivos. Culpó a los delegados por su despido.
Por ser el sostén de su familia, el chofer de ómnibus, desesperado, tomó la decisión de llevar a cabo una huelga de hambre con el objetivo de que le devuelvan su empleo o, en su defecto, le paguen la indemnización correspondiente y no la propuesta de 60 mil pesos en tres cuotas de 20 mil que le habían realizado. Según sus palabras le corresponde cobrar más.
González fue cesanteado de su trabajo el 30 de enero del corriente año. Motivo por el cual, luego de esperar por buenas noticias que nunca llegaron, se instaló con una cadena y un candado de por medio, en 12 de Octubre y Mosconi desde el miércoles (sábado y domingo estuvo con su familia en su vivienda) para volver a alojarse en el lugar durante la mañana de ayer.
El varelense que cumplía funciones en la 148 (ramal Solano), pidió por la devolución de su puesto laboral. Aunque, según sus palabras, eso sería difícil porque desde la patronal ya tienen la decisión tomada y no habría vuelta atrás. La cuestión está siendo manejada por el abogado de González y el gremio, quienes buscan posibles soluciones al tema.
«Quiero mi fuente de trabajo. Los delegados, cuando tuvieron que defender mis intereses, lo menos que hicieron fue eso. Tengo a mi hijo en tratamiento psiquiátrico y psicológico. Así y todo, se lavaron las manos y me dejaron solo. Mis compañeros están indignados pero tampoco pueden hacer nada», concluyó.
