Identidad de género en la UNQ

La Universidad recordó que desde 2012 reconoce la diversidad sexual de sus estudiantes en los registros oficiales y todo tipo de trámites internos, tengan o no el DNI nuevo. Se busca evitar que una gestión burocrática sea un acto discriminatorio

La Universidad de Quilmes tiene una política activa de defensa de las diversidades

La Universidad Nacional de Quilmes reconocer el género autopercibido de los alumnos aunque no hayan tramitado el nuevo DNI, en el marco de una legislación de 2012 que permite incorporar cambios en la documentación sin que sean necesarios otros trámites legales más complejos.

Desde 2012 en la Argentina existe la Ley de Identidad de Género Nº 26.743 que establece que toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género autopercibida, haga o no el cambio registral.

La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) estableció que todas las dependencias académicas, administrativas y de toda índole deberán reconocer la identidad de género adoptada o autopercibida en padrones electorales, citaciones, circulares, memorandos, registros, listados, notas, actas, constancias de asistencias, entre otros, de cualquier persona a su solo requerimiento, aunque no haya realizado la modificación en su DNI.

Por eso en la UNQ, cuando una persona solicita ser registrada con un nombre adoptado en razón de su identidad de género, se ponen en marcha los procedimientos necesarios para que figure en los registros administrativos, académicos y electorales de la Universidad como se autoperciba.

«Esto debe ocurrir sencillamente cuando y porque la persona lo requiera, aun cuando no coincida con lo que registra en su DNI», explicó Daniel Badenes, uno de los promotores de la Resolución que luego fue aprobada por el Consejo Superior.

«Creo de que todos los diálogos que sostuvimos para pensar esos procedimientos ya implicaron un gran avance», sostuvo Badenes, «porque tuvimos que pensar, como institución, situaciones burocráticas que para una persona trans podían suponer un hecho discriminatorio y una negación de sus derechos», añadió Daniel Badenes.

Patricia Sepúlveda, coordinadora de la Cátedra Abierta de Género y Sexualidades, reconoció que «una cosa es establecer los procedimientos y otra es que efectivamente se cumplan de modo sencillo, claro y accesible. Hemos encontrado trabas, que se agudizaron con la situación de pandemia, pero hoy podemos decir que ya han salido las tres primeras disposiciones de reconocimiento de la identidad autopercibida y el camino se ha trazado. Desde la Cátedra hemos asumido la militancia de acompañar, informar y avanzar en el camino de la ampliación de derechos para las diversidades», expresa Sepulveda.

En los últimos 5 años la gestión de la Universidad tuvo una agenda muy importante en materia de género.
Se creó el Protocolo de Acción Institucional para la prevención e intervención ante situaciones de violencia o discriminación de género, se avanzó sobre paridad en las listas electorales, en el aval y uso de lenguaje inclusivo, en la creación de las becas trans-formación, capacitaciones en el marco de la Ley Micaela, entre otras cosas.

«En este sentido, reconocer la identidad de género constituye una acción afirmativa en línea con todas estas acciones que se vienen promoviendo y realizando y en la cual la UNQ ha sido absolutamente pionera», concluyó Badenes.

Con un Decreto el Gobierno Nacional de este año, se adecuó el sistema de registro e identificación nacional en la órbita del Registro Nacional de las Personas (RENAPER) a la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743), que reconoce el derecho a la identidad de género como una vivencia interna y subjetiva que no depende ni de las características biológicas, ni de las categorías impuestas de varón y mujer.

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