Industria en crisis: baja de aranceles y recortes fiscales agravan el panorama

Las reducciones arancelarias anunciadas por el gobierno están afectando a productos como heladeras, lavarropas, neumáticos y otros insumos industriales

La industria argentina está en una encrucijada, con un marcado aumento en el número de empresas que cierran sus puertas y un conjunto de políticas gubernamentales que generan incertidumbre y preocupación. El anuncio de la reducción de aranceles para ciertos productos y la apreciación cambiaria están afectando la competitividad del sector, mientras que la falta de medidas para reducir la carga impositiva y promover la producción local contribuye al deterioro del entorno empresarial.

Los martilleros reportan un aumento significativo en el número de subastas industriales por cierre de operaciones. Adrián Mercado, propietario de una firma de subastas, reveló que el promedio mensual de subastas por cese de actividad pasó de 15 en 2023 a 65 en 2024. Este aumento alarmante es un síntoma claro de una industria que lucha por mantenerse a flote en medio de la crisis económica.

Las reducciones arancelarias anunciadas por el gobierno están afectando a productos como heladeras, lavarropas, neumáticos y otros insumos industriales, en un momento en que las ventas han caído drásticamente. Los industriales están preocupados por el impacto de estas medidas, que pueden provocar una avalancha de importaciones y un golpe significativo para la producción nacional.

El Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), promovido por el gobierno para atraer inversiones, también ha generado críticas. La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) considera que el RIGI crea competencia desleal para los productores locales, ya que ofrece beneficios impositivos a empresas extranjeras que no se extienden a las nacionales. Elio del Re, presidente de ADIMRA, explicó que esta política podría poner en riesgo miles de puestos de trabajo en el sector.

El gobierno, por su parte, ha señalado que pretende armonizar el régimen general con el RIGI, pero advirtió que esto no ocurrirá antes de 14 años. Este mensaje no tranquiliza a los industriales, que ven la necesidad de acciones más inmediatas para evitar el colapso de la industria argentina.

El panorama para la industria es sombrío, con pocas señales de un cambio positivo a corto plazo. La falta de apoyo a las empresas locales, junto con las políticas de apertura, está generando preocupación por el futuro del sector y los miles de empleos que están en riesgo.

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