Juzgarán al médico trucho de la Clínica Brandsen

El médico trucho que trabajaba en la Clínica Materno Infantil Brandsen y fue detenido el año pasado, deberá enfrentarse a un juicio oral en el Juzgado en lo Correccional Nº3 de Quilmes, por los delitos de “ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de títulos y honores”. Actualmente, Jorge Daniel Zapata, el acusado, se encuentra en libertad.

Jorge Daniel Zapata (62 años), se hacía pasar por profesional de la salud y trabajaba como médico en la Clínica Materno Infantil Brandsen (Brandsen y Moreno). Fue detenido en uno de los consultorios del lugar, en junio de 2021, luego de desempeñarse como falso médico durante siete meses en el cuestionado centro de salud al que acudía con tobillera electrónica porque cumplía arresto domiciliario a raíz de una condena por drogas.

El médico trucho ya fue notificado por el Juzgado Correccional Nº3 de Quilmes, a cargo de la jueza Julia Andrea Rutigliano, de que deberá enfrentarse a un juicio oral por “ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de títulos y honores”.

Zapata, a lo largo de su vida, había trabajado en una fábrica de plásticos y en una empresa de seguridad privada. En septiembre del año 2020, en medio de la pandemia por el Covid-19, se presentó en la Clínica Materno Infantil Brandsen, como profesional especialista en traumatología, pediatría y clínica médica. Atendió a niños y adultos, hacía recetas y extendía certificados utilizando sellos apócrifos de distintos médicos reales matriculados.

A partir de varias denuncias en las redes sociales de pacientes disconformes con la atención que recibieron de Zapata, la Fiscalía Nº5 de Quilmes, a cargo de Jorge Saizar, inició una investigación, que llevó a dos detectives de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) a simular ser pacientes para filmar al falso galeno en acción. Así, fue detenido el médico trucho que además, tenía un pedido de captura del Tribunal Oral Federal Nº4 de San Martín, por el delito de “encubrimiento agravado”; y estaba cumpliendo una pena de prisión domiciliaria con una tobillera electrónica a raíz de una condena que recibió de la Justicia porteña por una causa por infracción a la Ley 23.737 (tenencia de estupefacientes).

Compartir