La polémica empresa Worldcoin, que escanea el iris de las personas a cambio de criptomonedas, ha intensificado sus esfuerzos por expandirse en Argentina, generando preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad de los datos biométricos. El reciente viaje de Alex Vania, CEO de Tools for Humanity, compañía responsable de Worldcoin, incluyó reuniones con figuras cercanas al presidente Javier Milei, como Demian Reidel, miembro del Consejo de Asesores.
Esta iniciativa llega en un contexto de creciente crítica global hacia Worldcoin. La empresa ya fue prohibida en España y Portugal, y enfrenta restricciones en otros países europeos por preocupaciones sobre la seguridad de los datos y la privacidad de los usuarios. En Argentina, la estrategia de Worldcoin parece centrarse en localidades donde la vulnerabilidad económica hace que la gente sea más propensa a entregar sus datos biométricos a cambio de un pago en criptomonedas.
En Quilmes, uno de los puntos donde Worldcoin ha realizado escaneos, se registraron largas filas de personas dispuestas a someterse al procedimiento, con la promesa de recibir criptomonedas a cambio. Este fenómeno ha suscitado inquietud entre defensores de la privacidad, quienes advierten sobre el riesgo de capturar datos biométricos sensibles, como el iris, y su posible uso indebido por parte de actores maliciosos.
La visita del CEO de Worldcoin a Argentina y sus reuniones con funcionarios del gobierno han generado un intenso debate sobre la transparencia y la ética en torno a la obtención de datos biométricos. A pesar de que la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP) inició una investigación para evaluar el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos Personales, la empresa continúa operando en el país, sin que haya restricciones claras para su actividad.
La creciente preocupación por el escaneo de iris y la falta de regulaciones precisas para empresas como Worldcoin subrayan la necesidad de un marco legal robusto que proteja a los ciudadanos de posibles abusos. Mientras tanto, Worldcoin sigue atrayendo a grandes multitudes en busca de recompensas financieras, poniendo en riesgo la privacidad y la seguridad de miles de personas.
