En una reciente entrevista con la BBC, el presidente argentino Javier Milei generó controversia al admitir que las Islas Malvinas están actualmente «en manos del Reino Unido» y sugerir que «no existe una solución instantánea» para el conflicto de soberanía. Estas declaraciones, que se alejan de la tradicional postura firme de Argentina respecto a las Malvinas, fueron recibidas con críticas y preocupación por su tono conciliador.
Milei afirmó que la recuperación de las islas podría llevar «décadas» y que la única vía posible es la negociación a largo plazo. Al mismo tiempo, el presidente expresó admiración por la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, figura emblemática durante la Guerra de Malvinas. Sus elogios a Thatcher no cayeron bien entre los sectores que consideran a la exprimera ministra como un símbolo del conflicto y el dolor para muchos argentinos.
Estas declaraciones fueron realizadas poco después de un acto por el Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas, donde Milei reivindicó la soberanía argentina, pero su discurso ahora parece inconsistente. El presidente sostuvo que «no vamos a renunciar a nuestra soberanía, pero tampoco vamos a buscar un conflicto con el Reino Unido», pero la tibieza de sus palabras sugiere una falta de determinación y claridad en la estrategia para recuperar las islas.
El tono conciliador de Milei contrasta con la postura de su predecesor, Alberto Fernández, quien en 2022 afirmó que «las Malvinas fueron, son y serán argentinas». Al admitir que el Reino Unido tiene derecho a mantener el control sobre las islas, Milei parece estar socavando la larga tradición argentina de defender la soberanía sobre el archipiélago.
El Reino Unido, por su parte, sostiene que casi el 100% de los 2.000 habitantes del archipiélago votaron a favor de seguir bajo control británico en un referendo de 2013, y algunos críticos señalan que las declaraciones de Milei podrían ser interpretadas como un reconocimiento implícito de la legitimidad británica.
El hecho de que el presidente argentino elogie a Thatcher y minimice la lucha por la soberanía en Malvinas plantea serias dudas sobre su compromiso con una de las causas más sensibles para el pueblo argentino. En lugar de adoptar un enfoque firme y consistente, Milei parece optar por un camino de acomodación y pragmatismo que ha generado críticas tanto en el ámbito político como entre la ciudadanía.