De la valijita al centro de Quilmes: la historia de superación detrás del loca de Juana Aveiro

Hace 15 años, Juana Aveiro caminaba las calles del sur del conurbano con una valijita en la mano, atendiendo casa por casa a sus primeras clientas. Hoy, después de haber construido un equipo de 11 profesionales y con consultorios en Florencio Varela, Berazategui y San Francisco Solano, inauguró su nueva sucursal en Quilmes, junto a Ariadna, encargada del flamante local.

“Empecé muy de abajo, con mi valijita, atendiendo a domicilio. Después de a poco fui armando un lugarcito en mi casa, hasta poder abrir mi propio consultorio”, recordó Juana, emocionada por la expansión de su emprendimiento.

El nuevo espacio en Quilmes abrió hace pocas semanas y, según contaron su fundadora la respuesta del público fue inmediata. “La agenda ya se está llenando, esperamos que sea como las otras sucursales, donde a veces atendemos más de 20 o 30 personas por día”, destacó Juana.

Pero si algo distingue a Juana Aveiro no es solo la atención personalizada, sino el enfoque terapéutico: “Nosotras no hacemos belleza de pies, hacemos tratamientos. Tratamos uñas encarnadas, pie diabético, pacientes oncológicos… cosas que duelen y que muchas veces la gente no sabe dónde atenderse”, explicó Juana.

El equipo se especializa en tratamientos no invasivos con productos naturales, adaptados a cada necesidad. Además, cuentan con equipamiento ergonómico que facilita la atención de adultos mayores y personas con movilidad reducida.

“Los pies son lo que nos sostiene todo el día, lo que nos lleva, lo que nos trae. Por eso, cuando vienen, tratamos de solucionar en el momento, porque muchas veces llegan con dolor y se van caminando mejor”, destacó Juana.

A pesar del contexto económico, aseguran que el trabajo no se detiene. “La gente viene porque no puede más del dolor, no por estética. Nosotros tratamos de dar una solución rápida y profesional”, señaló Ariadna.

Juana Aveiro sigue creciendo, fiel a la filosofía con la que comenzó: trabajo, dedicación y empatía. Una historia que demuestra que los sueños, cuando se caminan paso a paso, pueden llegar muy lejos.