El gobierno de Javier Milei concretó su primera privatización al anunciar la venta de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), una empresa metalúrgica con más de un siglo de historia. La operación, liderada por el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, transfirió el control estatal de la compañía al consorcio IAF, cuyo principal socio es la estadounidense Arc Energy, por una suma de 27 millones de dólares más la asunción de una deuda de 576 millones de dólares.
¿Qué es Impsa y a qué se dedica?
Fundada en 1907, Impsa es una empresa clave en el sector de tecnología e ingeniería para el desarrollo energético. Sus principales actividades incluyen la fabricación de turbinas, torres eólicas, reactores y grúas, así como equipos para los sectores de generación de energía, metalurgia y Oil & Gas.
Con una plantilla de más de 700 trabajadores calificados, de los cuales el 35% son ingenieros, la empresa exporta el 85% de su producción y opera en más de 40 países, participando en proyectos de energía hidroeléctrica, eólica, solar y nuclear.
De la estatización a la privatización
La compañía había sido estatizada en 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández, para evitar su quiebra debido a una grave crisis financiera. Uno de los factores clave de su endeudamiento fue la falta de pago de 300 millones de dólares por parte de Venezuela. Desde entonces, el Estado nacional y la provincia de Mendoza eran propietarios mayoritarios de la empresa.
El proceso de venta
La privatización fue encabezada por una Comisión Evaluadora integrada por el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), la Agencia de Transformación de Empresas Públicas y la provincia de Mendoza. Según el Gobierno, se evaluaron la capacidad económica y financiera de los nuevos accionistas, así como su idoneidad para garantizar la continuidad operativa de la empresa.
El consorcio IAF se comprometió a renegociar la deuda de la compañía y a mantenerla operativa. El acuerdo también incluye un seguro de caución para garantizar la oferta presentada por los compradores.
Celebración oficial
El ministro Caputo destacó la venta como un logro importante para su gestión, subrayando el trabajo conjunto de funcionarios como el secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, y el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. En un comunicado, el Gobierno señaló que esta operación permitirá la continuidad de la empresa y el mantenimiento de los contratos con más de 100 pymes nacionales vinculadas a Impsa.
Un modelo de gestión cuestionado
La privatización de Impsa genera interrogantes sobre el futuro de una empresa estratégica para el desarrollo energético del país. Aunque el gobierno de Milei considera esta venta como un paso hacia un modelo más eficiente, críticos advierten sobre el impacto que podría tener la transferencia de una compañía clave a manos extranjeras, especialmente en términos de soberanía energética y empleo local.
Este hecho marca el inicio de una serie de privatizaciones anunciadas por la administración de Milei, que busca reducir el tamaño del Estado como parte de su agenda económica.