El Gobierno nacional anunció un fuerte ajuste en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ex AFIP, con 695 despidos en la Dirección General Impositiva (DGI) y el cierre de 38 oficinas de atención al contribuyente. Entre ellas, se encuentra la agencia de Quilmes, una de las principales afectadas por la medida.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue el encargado de comunicar la decisión y reveló que muchas de las oficinas eliminadas estaban ubicadas en municipios opositores, como Hurlingham, Merlo, La Matanza, José C. Paz, Florencio Varela y Berazategui. “Van a cerrar eliminadas”, aseguró.
Sin embargo, en el caso de Quilmes, la agencia tiene más de 25 años de presencia en el distrito. Originalmente funcionaba en Las Heras e Yrigoyen, pero actualmente estaba ubicada en Bernal, en la esquina de Zapiola y la Avenida San Martín.
Según Adorni, la eliminación de estas dependencias responde a que «el 90% de los trámites pueden resolverse por la web», aunque esto dejará a miles de contribuyentes sin atención presencial en sus distritos.
Por disposición del director de ARCA, Juan Pazo, y del titular de la DGI, Andrés Vázquez, los 695 cargos eliminados representan el 27% de la estructura del organismo. Además, hasta el 31 de marzo, el Gobierno confirmó que se concretarán 2815 desvinculaciones entre despidos y retiros voluntarios.
Adorni también recordó que la administración de Javier Milei eliminó la «cuenta de jerarquización», un mecanismo que permitía a ciertos empleados duplicar su salario. Esto había llevado a que el titular de la ex AFIP cobrara más de $30 millones y los segundos en la jerarquía, más de $17 millones.
En su discurso, el vocero reiteró que el ajuste en la administración pública no se detendrá. «La motosierra es infinita», concluyó.