En un inusual y vergonzo incidente, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quedó en evidencia tras subirse a un colectivo y darse cuenta de que no tenía suficiente crédito en su tarjeta SUBE para pagar el boleto. La insólita escena ocurrió mientras la ministra se dirigía a un evento, en pleno contexto de paro general convocado por la CGT, que había paralizado gran parte del transporte público.
Según testigos presentes en el colectivo, Bullrich abordó el vehículo con la confianza característica de alguien que rara vez utiliza el transporte público. Sin embargo, al intentar pasar su tarjeta por el lector, se encontró con el inesperado pitido que indica «saldo insuficiente». La reacción de la ministra fue tan improvisada como el Gobierno ante la crisis: empezó a buscar monedas en su bolso, pero sin éxito.
El conductor, visiblemente incómodo, trató de explicarle a Bullrich que debía abonar el boleto antes de continuar el viaje. Fue entonces cuando un pasajero anónimo, con un toque de ironía, sugirió que tal vez el incremento en los precios del transporte debido a las políticas económicas del gobierno había dejado a la ministra sin suficientes fondos para el viaje.
La ministra, notoriamente irritada por el bochorno, fue finalmente auxiliada por un generoso pasajero que pagó su pasaje. Mientras Bullrich tomaba asiento, otros pasajeros se intercambiaron sonrisas cómplices, conscientes del papelón que acababa de protagonizar una de las figuras más controversiales del gobierno de Javier Milei.
El incidente, aunque anecdótico, puso de manifiesto las consecuencias de los aumentos de precios que afectan a millones de argentinos todos los días. Quizás la próxima vez Bullrich debería revisar el saldo de su tarjeta SUBE antes de lanzar duras críticas a los sindicatos y a las protestas por los aumentos impulsados por el gobierno.
