El Jardín de Infantes comunitario Mundo Luz de San Francisco Solano atraviesa una complicada situación económica dada la imposibilidad de comenzar a dictar las clases presenciales.
Ante esto, Mirta, docente y coordinadora del establecimiento educativo, en diálogo con El Sol, expresó su preocupación por el posible cierre del mismo, ya que la entidad se sustenta con la contribución de los padres, aunque debido a la pandemia del Coronavirus esta situación cambió y los ingresos del Jardín se vieron muy afectados.
«Tengo comunicación con ellos (los padres). Algunos dicen que no pueden y otros, quizás, porque no traen a los chicos pensaron que no tienen porqué pagar», señala Mirta.
Debido a esta situación, la profesional de la educación aseguró que «tengo un apriete bastante importante con los inquilinos», ya que alquila el inmueble donde funciona el Jardín y en estos momentos no puede solventar los gastos del alquiler. «Quiero tener un vínculo bueno con los dueños así me renuevan el contrato, pero me exigen y no entienden», agregó.
Con respecto al personal del establecimiento, la mujer detalló que debió decirles «que se vayan porque no les podía pagar».
Por último, Mirta advirtió que, de poder seguir abriendo sus puertas, en un futuro el «Jardín va a ser totalmente comunitario y no van a pagar nada. Yo pedí hasta un comedor pero lo burocrático es lento, más en este año atípico».
