El Gobierno confirmó que el plan de privatización de los trenes sigue adelante y desmintió versiones que señalaban una posible suspensión. Desde la Secretaría de Transporte aseguraron que “la privatización de los trenes no se detiene” y detallaron que el proceso apunta a incorporar capitales privados bajo un modelo de concesión para las distintas líneas ferroviarias del AMBA, de larga distancia y regionales.
En este esquema, se prevé que cada una de las cinco líneas que opera SOF S.A. —Roca, Mitre, Sarmiento, San Martín y Belgrano Sur— junto con los servicios regionales y de larga distancia, tengan su propia concesión. El objetivo es abrir al mercado recorridos con potencial de inversión, ya sea por su atractivo turístico o por el volumen de pasajeros.
El modelo incluye la concesión de la administración y el mantenimiento de la infraestructura ferroviaria, permitiendo que una empresa cobre un peaje por el uso de las vías, mientras que otra se encargará de los talleres y del mantenimiento de las formaciones.
Entre las medidas adoptadas, se redujo la estructura directiva de SOF S.A. de cuatro a dos gerencias generales y se eliminó la Jefatura de Gabinete, con el fin de disminuir costos. Además, la plantilla pasó de 23.834 empleados en diciembre de 2023 a 20.779 en la actualidad, casi mil menos que hace 50 días.
Como parte del proceso de transformación, Trenes Argentinos Operaciones y Trenes Argentinos Infraestructura se convirtieron recientemente en sociedades anónimas, denominadas SOFSA y ADIFSA, respectivamente. También se revisan contratos de concesión en estaciones y el uso de locales comerciales para optimizar recursos.
En el marco de la Emergencia Ferroviaria, se están ejecutando obras clave, como la renovación de 40 kilómetros de vías en la línea Mitre y 18 kilómetros en la Roca —trabajos que no se hacían desde hace 40 y 55 años—, la compra de material rodante y repuestos tras nueve años de inactividad, y mejoras en el sistema de señalamiento, que en algunos ramales tiene más de un siglo de antigüedad.