Quilmes cumple 352 años

La ciudad más antigua del Conurbano bonaerense festeja hoy el 352º aniversario de su fundación, marcado por la llegada de los Indios Kilmes a Buenos Aires luego de su destierro

La ciudad de Quilmes, la más antigua del Conurbano bonaerense, celebra hoy un nuevo aniversario de su fundación.
En este caso se cumplen 352 años de la llegada de los bravos indios Kilmes desde los Valles Calchaquíes de la provincia de Tucumán, luego de una heroica resistencia ante los españoles, que mejor equipados y con mayor número, lograron doblegar al valiente Pueblo Originario, obligándolos al destierro que culminó en lo que es nuestra ciudad.
Hoy Quilmes es una metrópolis pujante, que en los últimos años creció a un ritmo vertiginoso, con sus nuevos edificios y centros comerciales, que dejaron atrás a una ciudad tranquila y de casas bajas, fisonomía que nos identificó apenas 30 años atrás.
Obviamente, con más gente y mayores construcciones, las exigencias son mayores y hay una necesidad de poner a Quilmes a esa altura. Las vecinas Berazategui y Avellaneda han dado un salto de calidad del que hoy Quilmes adolece, pero que seguramente, es el proyecto que quiere llevar adelante la actual gestión y todos aquellos que aman al distrito.
Sin dudas, ese orgullo de ser quilmeños será el que nos lleve a ser «el mejor lugar del mundo», ese que siempre soñamos y tal como lo sentimos los que nos identificamos con cada cosa que tenga que ver con Quilmes.
Por este 352º Aniversario, ¡salud querido Quilmes!

Un poco de historia

La historia dice que en 1666 se crea la Reducción de la Exaltación de la Santa Cruz de los Quilmes donde el pueblo Kilme fue sojuzgado. El 14 de Agosto de 1812, acorde a la política post revolucionaria el Triunvirato declara extinta la Reducción y se declara a los indios Quilmes «iguales» al resto de los «ciudadanos». Luego de un siglo y medio de explotación y opresión, el pueblo Kilme consigue una libertad que nunca pudo ser gozada en toda su plenitud.
Durante los años 1806 y 1807 estas mismas tierras «quilmeñas», en el Conurbano bonaerense hoy, serán escenario de los intentos de invasión por parte de la Inglaterra industrial, que a fuerza de explotar obreros y obreras británicos necesitaba inundar al mundo colonial con sus manufacturas.
Ya las costas y las calles de la incipiente ciudad serían recorridas por esclavos negros ingresados desde la Banda Oriental, era el momento de establecer el «manto de la igualdad ciudadana» a indios, negros y mulatos (aunque la mayoría de ellos fueran después los principales reclutados en la guerras de la Independencia). Dignidad, valor que parece olvidado en estos tiempos y cuyas banderas las pueden alzar aquellos antecesores que dieron origen a la ciudad pujante y que nos permite decir que somos: hijos de los Kilmes.

Plaza San Martín. El Casco Histórico de la ciudad, testigo de la historia (foto Silvana Livigna)
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