River Plate se quedó con una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino tras vencer a Boca Juniors por 2 a 1 en el estadio Monumental, en un encuentro correspondiente a la fase de zonas del torneo local. Con goles de Franco Mastantuono y Sebastián Driussi, el equipo dirigido por Martín Demichelis se impuso ante su eterno rival y sumó tres puntos claves de cara a la clasificación.
El juvenil Mastantuono, una de las grandes apariciones de River en este 2025, abrió el marcador con un golazo de tiro libre a los 15 minutos del primer tiempo. Su disparo, impecable en técnica y potencia, dejó sin chances al arquero xeneize y desató la locura de los hinchas millonarios que colmaron el estadio de Núñez.
Sin embargo, Boca logró reaccionar rápidamente. A los 28 minutos, Miguel Merentiel aprovechó un error en la salida de Germán Pezzella, que resbaló cuando intentaba salir jugando desde el fondo, y no perdonó frente al arco de Franco Armani, poniendo el 1-1 parcial que le devolvía vida al conjunto dirigido por Diego Martínez.
Cuando parecía que el primer tiempo se iba a cerrar en igualdad, apareció la jerarquía de Sebastián Driussi. El delantero, que regresó al club en este mercado de pases, capturó un rebote dentro del área y definió con gran calidad para poner el 2-1 a favor de River, dándole una ventaja crucial a su equipo de cara al complemento.
En la segunda mitad, River mostró solidez y madurez. Apostó a la tenencia de la pelota cuando pudo y supo cerrarse bien en defensa frente a un Boca que intentó con más ganas que claridad. A pesar de los cambios ofensivos que dispuso Martínez, el «Xeneize» no logró romper el cerrojo y se fue del Monumental con las manos vacías.
Con este triunfo, River alcanzó los 28 puntos y se acomodó en el tercer lugar de la Zona B, acercándose a los puestos de clasificación para la siguiente etapa del torneo. Boca, por su parte, sigue liderando la Zona A con 32 unidades, pero deberá esperar una jornada más para asegurarse su pase a la siguiente fase.
El Superclásico volvió a demostrar que es un partido aparte, lleno de emociones, intensidad y momentos inolvidables. Esta vez, la fiesta fue toda roja y blanca en Núñez.
