La directiva de Quilmes intenta encontrar cuanto antes al reemplazante de Darío Franco en el banco de los suplentes y por el momento las primeras opciones no tuvieron el resultado esperado.
El primer contacto formal fue con Sergio Rondina que si bien se mostró predispuesto a reunirse, realizó un análisis sobre el actual plantel junto a los integrantes de su cuerpo técnico y señaló que la prohibición de incorporar jugadores por la inhibición que pesa sobre el club, es una gran dificultad para poder realizar una buena labor.
Además, Rondina en los últimos años dirigió en la Liga Profesional y arriesgaría el futuro de su carrera sino tendría un buen paso por el Cervecero. Sin embargo, el entrenador conoce los beneficios que tiene dirigir un club como Quilmes y a la vez, en caso de una muy buena labor relanzaría su carrera para volver a la máxima categoría.
Por el momento, la respuesta de Rondina a los directivos de Quilmes fue negativa. Por lo que debieron buscar nuevas opciones entre las que apareció la posibilidad del regreso de José María Martínez a la institución, para cumplir con su tercer ciclo en el QAC.
Pero Pancho Martínez se encuentra trabajando y realizando una muy buena labor en Tristán Suárez, continuando el muy buen año que arrancó en San Martín de San Juan. Pero una deuda económica y problemas de infraestructura, provocaron que el entrenador amenace a los directivos de la institución de Ezeiza con pegar un portazo.
Sin embargo, este miércoles a primera hora de la tarde el entrenador llegó a un acuerdo y continuará trabajando en Tristán Suárez. En caso de haber salido si hubiera transformado en el entrenador del Cervecero.
Ante esta negativa continúa la búsqueda de entrenador y ahora aparece en el horizonte la posibilidad de contratar a Alfredo Berti (viene de ascender con Independiente Rivadavia) o bien insistir con Rondina.
