Siguen las quejas

Vecinos de la papelera Smurfit Kappa insisten en denunciar públicamente el daño ambiental que genera la planta: aseguran que se arrojan efluentes a un arroyo

Las quejas y reclamos contra la papelera Smurfit Kappa siguen a la orden del día, conforme los vecinos dan cuenta que sus voces no son escuchadas. Lamentablemente hablamos de una realidad que viene desde hace años, tal como frecuentemente informara Diario El Sol a través de sus páginas. Quienes en esta oportunidad quisieron expresar su disconformidad con la actual situación del barrio son Adrián Ringeloff y Beatriz Ahumada, vecinos de la zona que se comunicaron con El Matutino del Gran Buenos Aires.
«Hemos leído muy atentos cada una de las notas que han sacado en El Sol y es muy cierto el reclamo de nuestros vecinos. Por desgracia hay que darles la razón. Y digo por desgracia porque la política ambiental de este tipo de empresas está lejísimos del bien común de la sociedad, o a veces directamente no existe. Si vos te dirigís al arroyo que pasa ahí nomás y ves el color del agua y el olor no hace falta agregar más nada. Ni hablar con las emanaciones, especialmente ahora que empiezan a subir las temperaturas», indicó Ringeloff.
A su turno, Ahumada enfatizó las consecuencias para la salud de la población que pueden tener este tipo de prácticas industriales contaminantes: «los ruidos, los olores por supuesto que son molestos, pero lo peor es lo que nos queda en cuanto a salubridad, con varias personas de la zona que han padecido cáncer y, si bien oficialmente no se dice, sabemos todos cuál es el motivo. Los químicos y desperdicios se van al río, el humo tóxico se respira, entonces así no hay cuerpo sano que aguante literalmente hablando».

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