Una coyuntura actual en la obra Un señor alto, rubio, de bigotes

Mañana a las 21.30 y el sábado a las 21 (se agregó esta nueva función por localidades agotadas), llega a la Sala 2 Un señor alto, rubio, de bigotes, una obra de Humberto Constantini, interpretada por el destacado actor Pablo Mariuzzi, con la dirección de Leonardo Odierna y producida por el grupo teatral Sin Guardia.
Desde sus inicios Sin Guardia ha trabajado en la construcción de un lenguaje poético propio, atento a desarrollar contenidos sobre la relación del hombre contemporáneo y el contexto social. En esta oportunidad Humberto Costantini ha sido el puente que sirvió para dar vida a este unipersonal.
Poeta, novelista, ensayista e intelectual argentino, Costantini produjo una obra de una hondura particular; tan prolífica como poco ponderada y mucho menos, difundida. En este Un señor alto, rubio, de bigotes, las ideas se traducen en acción. De manera llana, concreta: un hombre buscando trabajo desde hace mucho, en una Buenos Aires donde no hay. Una anécdota sencilla para una problemática compleja, tan profunda como actual.
Fernando Sciardys, tal el nombre del protagonista, busca afanoso una ocupación, «un lugar». Pero esa búsqueda infructuosa lo alienará al punto de creer que tres o cuatro tips de conducta lo llevarán al éxito. Adherente a un sentido común que le ha sido impuesto; Sciardys no se cuestiona y parece haber perdido cierta capacidad de reflexión.
Creerá que «la alegría», «la seguridad» y «el éxito» dependen solo de él. Y esa receta, repetida hasta el hartazgo, lo depositará en los márgenes desde los cuales le será imposible volver, en ese limbo que siempre se arman los que niegan la realidad.

 

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