«Lamentar y mostrar su sorpresa ante dichas manifestaciones y recalcar que la entidad jamás ha querido entrar en polémicas públicas con sus futbolistas, parte importante de la entidad. Muy al contrario, el club le ha mostrado en todo momento su cariño y su respaldo constante», inició Valencia en su defensa publicada en el sitio oficial.
Garay negó haber rechazado una oferta de 2,7 millones de euros para la renovación de su contrato, como publicó la prensa española con información deslizada desde el club.
«Como el propio jugador indica, su renovación comenzó a tratarse en el mes de julio de 2019, habiendo rechazado desde ese momento varias propuestas que mejoraban su actual contrato como jugador de fútbol profesional con el Valencia CF, decisión totalmente respetable y lícita», apunta el club.
«Respecto a su inclusión en el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), el motivo exclusivo por el cual el club se vio obligado a ello fue que el jugador fue el único futbolista que rechazó suscribir el acuerdo global alcanzado con todo el primer equipo y cuerpo técnico para la reducción de sus percepciones a excepción del jugador, con el objetivo común de ayudar de modo solidario a club y empleados en la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus», señaló Valencia.
«Dicha circunstancia fue obviada por el club precisamente para evitarle controversias y críticas públicas al respecto», finaliza la institución española.
