El empate a los 89m de Mitre y la falta sobre Matías Tissera no cobrada por Diego Ceballos en la jugada previa al gol santiagueño desataron la bronca de Quilmes contra el árbitro dentro del campo de juego y, posteriormente, en el vestuario visitante a la hora de la conferencia de prensa con el periodismo que sigue la campaña del Cervecero.
El entrenador Mario Sciacqua comentó: «todo empezó con un claro foul a Tissera que el árbitro no cobró, de ahí el pelotazo frontal y terminó con el gol de Mitre. Y fue algo terrible porque venimos de golpe en golpe y perdimos 2 puntos importantes».
Igualmente el DT manifestó: «más allá de la bronca que tenemos ya que estaba todo controlado gracias al esfuerzo y el orden que puso el equipo. Era un partido ganable… y lo podíamos haber liquidado con la jugada de Ilarregui».
«Es un camino cuesta arriba, pero hay que valorizar todo el esfuerzo del equipo en este difícil momento».
Tiene que ganar dos partidos de tres
Quilmes, que hoy por la mañana llega en micro desde Santiago del Estero, tiene por delante el compromiso ante Deportivo Morón (el martes 10 a las 21) en el Estadio Centenario y luego debe visitar a Atlético de Rafaela (el lunes 16 también por la noche) en el oeste santafesino.
La temporada termina, como local, frente a Boca Unidos de Corrientes y el Cervecero sabe que debe ganar dos partidos de estos tres para seguir en la BN.
Vale agregar que el árbitro Diego Ceballos amonestó a Gabriel Ramírez (40m) y a Tomás López (60m) y ambos quedaron al límite de la suspensión automática por acumulación de tarjetas amarillas.
Tanto Ramírez como López acumulan cuatro amonestaciones y, en este sentido, alcanzaron al reaparecido Felipe Cadenazzi.
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