El técnico de Quilmes, Ariel Fuscaldo, debutó de la mejor manera. En su primer partido como entrenador del Cervecero le salió todo y el equipo goleó a Chaco For Ever por 4-0.
«Fue hasta irreal, el análisis que hacemos es que salió hasta lo que no proyectamos. Fue un partido redondo por donde se lo mire. Los jugadores todo el año dieron y entregaron todo», resaltó el técnico.
Además, señaló que las obligaciones de Quilmes lo obligan a buscar el partido en cualquier cancha. «La realidad es que es necesario ser protagonistas, necesitamos que los centrales puedan soltarse un poco y por suerte lo pudimos llevar a cabo. Fede (Anselmo) nos da muchísimo en los duelos, en la parte defensiva; Facu (Castro) lo mismo y quedó Tomi (Sandoval) que no entró. La cancha estaba muy seca y el desgaste era mayor, ya que hacía mucho calor. Con Mario (Sanabria) nos entendemos bastante casi que con solo mirarnos, de a poco él va adquiriendo esa madurez para saber si las diagonales son hacia afuera o hacia adentro. Joaquín (Postigo)también tuvo un partido bárbaro, todos jugaron con una gran inteligencia para llevar a cabo el plan», destacó.
Por último, el entrenador se refirió a su situación que quedó expuesta tras la salida de Sciacqua de la conducción del equipo: «no estoy acostumbrado a este tipo de incomodidades, tengo hijos que leen las redes y que les afecta las opiniones. Pero todo es parte de esto, son materias que no cursás. Estas cosas se viven en el momento y hay que aferrarse a la gente que te quiere y confiar. Yo soy interino y donde el club me necesite, iré. Hay gente que quizás no lo entiende, hay una necesidad imperiosa en la sociedad que siempre haya un bueno y un malo», cerró Fuscaldo tras el gran triunfo conseguido en Resistencia.