La Justicia Federal de Quilmes rechazó la excarcelación de un empleado bancario de 58 años, detenido en Bernal con más de 40 fusiles, municiones y simbología nazi en su poder. El hombre está acusado de integrar una red internacional de tráfico de armas, investigada por la “Operación Nevada” en Europa, y enfrenta imputaciones por seis delitos.
La investigación comenzó hace cuatro meses a instancias de autoridades de Bosnia y Herzegovina, quienes detectaron la participación de un ciudadano argentino en una organización criminal que traficaba armas a países como Estados Unidos, Grecia, México y Australia.
El Ministerio Público Fiscal de Argentina, en conjunto con el Departamento Antimafia de la Policía Federal, siguió al sospechoso desde su arribo al Aeropuerto Internacional de Ezeiza hasta su domicilio en Bernal. Con esta información, el Juzgado Federal de Quilmes ordenó un allanamiento que culminó con su arresto y el secuestro de un arsenal de armas de fuego, explosivos, uniformes militares y material de propaganda nazi.
El detenido fue indagado por el juez federal Luis Armella pero se negó a declarar. La titular de la Fiscalía Federal de Quilmes, Silvia Cavallo, lo acusó de seis delitos graves:
- Tenencia de explosivos sin autorización legal (3 a 6 años de prisión).
- Tenencia simple de armas de fuego de uso civil sin autorización (6 meses a 2 años de prisión).
- Tenencia de armas de guerra sin autorización legal (2 a 6 años de prisión).
- Acopio de armas, piezas y municiones sin autorización (4 a 10 años de prisión).
- Promoción de propaganda discriminatoria basada en ideas de superioridad racial o étnica (1 mes a 3 años de prisión).
- Almacenamiento de productos de caza furtiva o depredación (2 meses a 2 años de prisión).
A pesar de los intentos de su defensa por obtener la excarcelación, la misma fue denegada. La decisión fue apelada, pero por el momento el acusado continuará detenido mientras avanza la causa.
El hallazgo y las acusaciones han generado conmoción en la comunidad local, mientras las autoridades judiciales buscan desentrañar el alcance de la participación del detenido en la red de tráfico de armas y su vinculación con la ideología que promovía. Este caso pone nuevamente en foco los riesgos del armamento ilegal y la necesidad de combatir las redes internacionales que lo fomentan.