A 125 años de su nacimiento, Jorge Luis Borges sigue siendo una figura ineludible en la literatura universal. Caras y Caretas, consciente de la magnitud de su legado, dedica su número de agosto a la figura del gran escritor, que estará disponible mañana en los kioscos.
Borges, referencia indiscutida de la literatura, dejó una obra vasta y fundamental, caracterizada por su erudición y accesibilidad, su profundidad filosófica y su alcance universal. Su capacidad para entrelazar lo erudito con lo popular, y lo filosófico con lo narrativo, ha cimentado su lugar en la historia literaria.
En la editorial de este número especial, el historiador Felipe Pigna resalta la singularidad de los textos borgeanos, destacando su habilidad para crear relatos impecables a partir de especulaciones filosóficas, teológicas e incluso científicas. Pigna señala que muchos de los cuentos de Borges comienzan con una referencia a lecturas previas, necesarias e inseparables de la escritura misma. Esta intertextualidad, representada de manera emblemática en «Pierre Menard, autor del Quijote», es un recurso que Borges emplea para tejer intrigas simétricas y fatales, donde la idea del tiempo como eterno retorno se convierte en un tema recurrente.
«Al destino le agradan las repeticiones, las variantes, las simetrías», escribe Borges, y es precisamente esta concepción del tiempo y la historia la que le permite al autor argentino crear mundos donde la historia y la literatura se entrelazan y se reflejan mutuamente.
Este número especial de Caras y Caretas invita a redescubrir la vigencia de Borges, un autor que sigue dialogando con lectores de todas las épocas, reafirmando su estatus como un clásico inmortal cuya obra sigue siendo objeto de admiración, estudio y disfrute.