Ceni: otra muerte que deja dudas

El fallecimiento de un hombre que presuntamente tenía COVID-19 generó una serie de sospechas de parte de la familia, que también apunta a la Clínica General Belgrano. La hija del paciente asegura que iniciará acciones legales contra el sanatorio

Gregorio Enrríquez, de 71 años, falleció el 27 de abril en la Clínica Ceni de Quilmes, presuntamente por coronavirus. Una serie de dudas hace sospechar a la familia que no contrajo el COVID-19 y que el deceso se produjo porque no recibió las diálisis de las que dependía por tratarse de un enfermo renal.

Verónica Enrríquez, una de las cuatro hijas de Gregorio, enumeró a este medio todas las dudas que generó en la familia el deceso del padre y no solo apuntó contra Ceni, sino también contra la Clínica General Belgrano.
Gregorio se sometía a diálisis periódicas desde hacía un año en la Belgrano.
Además padecía anemia crónica y había sufrido la amputación de una pierna. A pesar de todo, llevaba una vida activa.

El 13 de abril comenzó con fiebre y un día después se llamó a una ambulancia del PAMI que solo accedió a llevarlo a la Clínica Ceni, de Andrés Baranda Nº 1096, luego de que la familia lograra encontrar la cédula de la obra social.

Cuando ingresó a Ceni, se le informó a la familia que se podía dar por descartado el contagio de COVID-19 y que el estado de salud de Gregorio era bueno, más allá de la neumonía que sufría.

Los cinco primeros días transcurrieron con normalidad, con visitas diarias de los familiares y partes médicos satisfactorios.

Tan positivo fue el diagnóstico que su hija Verónica quiso llevarlo de regreso casa, pero cuando lo vio «estaba en una silla de ruedas como borracho, casi no podía abrir los ojos, por lo que lo tuve que dejar».
A casi tres meses del hecho, la hija cree que estaba anestesiado.

El 18 se les informó a los hijos que el test de coronavirus dio positivo y Gregorio fue trasladado a Terapia Intensiva.

Desde ese momento hasta el 27, día del fallecimiento, la familia no tuvo contacto con el paciente, no supo qué tratamiento recibió ni recuperó su carné del PAMI ni su cédula de ciudadano de Berazategui.

«Después de informarme por la experiencia de otros enfermos, creo que a mi padre no le hicieron diálisis y esa fue la causa de su muerte», dijo la hija.
Sin embargo, los partes eran siempre iguales: «el paciente está estable y con buena saturación», relató Verónica, que ante un insistente reclamo por una comunicación con el padre, los médicos aceptaron enviarle un mensaje grabado de WhatsApp.

Ese mensaje no llegó nunca al destinatario porque, a pesar de que hasta el último momento el parte de la clínica era bueno, el 27 el hombre falleció por un paro cardio respiratorio.

«El trato fue terrible. Los últimos días la relación con los médicos fue mala porque queríamos respuestas. Hasta llegaron a decirnos que mi padre escupió a una médica», contó Verónica, que espera que finalice la feria judicial para iniciar acciones legales contra Ceni.

Además dijo que en la Clínica General Belgrano, donde Gregorio se hizo las diálisis durante un año, conocían la gravedad del caso y no solo nunca lo informaron a la familia, sino que tampoco enviaron sus condolencias.

Todas las suposiciones, que deberán ser aclaradas ante la Justicia, surgieron en la familia con el correr de los días y a partir de la experiencia relatada por los parientes de otros enfermos. Ahora esperan que un tribunal esclarezca las circunstancias del fallecimiento.

Sigue el debate por un fallecimiento en el Centro Médico San Martín

La muerte del interno del geriátrico El Cedro que se produjo en el Centro Médico San Martín de Ezpeleta generó debate en las redes sociales.

Alfredo Rossi, a los 65 años, murió con diagnóstico de COVID-19. Su suegro, Carlos Sendon, dijo que «desde el 16 de marzo que pudimos verlo desde la vereda porque -en El Cedro- habían activado protocolo de aislamiento, no pudimos verlo nunca más… empezó a mostrar síntomas el jueves 2 de julio, el viernes lo egresan del geriátrico en ambulancia particular, diciendo que es una descompensación en la diabetes. Nunca activaron protocolo COVID, no avisaron a PAMI la posibilidad de otros contagiados, ni le dieron explicaciones a la familia, solo se burlaron diciendo que se había contagiado en la ambulancia».

«Por su parte, en el Centro Médico San Martín al realizarle placa y ver la neumonía que le tomaba los dos pulmones, le hicieron el hisopado y lo pusieron en habitación con otro caso sospechoso, pero pidieron a la familia que alguien lo cuide porque no tenían el personal necesario».

«Según el parte médico del lunes, estaba consciente, lúcido, con mascarilla y comiendo, pero el miércoles 8 a las 5 AM llaman para confirmar el deceso por falla cardio respiratoria, producto de la neumonía».

Sendon contó que «la cochería recién pudo retirar el cuerpo el 9, porque ningún médico tenía matrícula para firmar el acta de defunción».

En un emotivo mensaje, señaló que se trató de «un espanto más grande que el otro. Y, en el medio, tres nietos chicos que no entienden por qué tantos meses sin abrazos, a los que no sabemos qué explicarles porque tampoco nosotros entendemos».

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